Tres semanas ha durado la tregua pandémica en Salamanca. Este domingo han empeorado súbitamente todos los indicadores sanitarios y epidemiológicos en la provincia anticipando, si nada lo remedia, una cuarta ola. Y todavía sin vacunarnos, sobre todo, a los mayores.
En una sola jornada se han disparado la incidencia acumulada, que sube a 95 casos por cada 100.000 habitantes (85 la víspera y 80 el domingo pasado), y el factor R, la velocidad de transmisión del virus, e forma que cada infectado contagiaba a 0,05 personas más el sábado y este domingo a 1,20.
No teníamos una incidencia tan elevada desde el 12 de marzo y el factor R tan alto desde el 20 d enero cuando la tercera ola estaba en lo más alto.
En el ámbito sanitario, este domingo se notificaron 43 contagios, un registro que no veíamos desde el pasado 24 de febrero, y los ingresos en el hospital se han duplicado en solo dos días. El viernes había diez pacientes covid en planta y este domingo a primera hora de la mañana, veinte (15 el sábado).
Si esto parece lo que es, estamos ante la cuarta ola, que nos coge sin vacunarnos y con media provincia fuera de su casa, por lo que peor puede estar por aflorar en los próximos días y semanas.
De momento se mantiene bajo mínimos la mortalidad y la UCI con seis pacientes, pero estos dos indicadores empeoran dos o tres semanas después de que lo hacen los contagios y los ingresos en planta.