[dropcap]R[/dropcap]osalía, Rosa, Mercedes, Aurelia, Pepi, Anita, Mª Sol, Eugenia, Ana Mª, Acobina, Tita, Ana María C., Magui, Berna han sido las responsables de ‘vestir’ bancos y árboles de las calles Plateros, Emigdio de la Riva y sus aledaños
Gracias a su buen hacer con las agujas han logrado darle otra vida a telas y lanas en el proyecto ‘Ganchilleando’. La iniciativa surgió en el mes de marzo del año pasado en plena pandemia, cuando desde Asecal se dieron que había un grupo de mujeres mayores en el barrio de Vidal que estaban solas. «Vimos la necesidad de seguir en contacto con ellas y cubrir las necesidades que nos demandaban. Como les gustaba mucho hacer ganchillo, decidimos llevarles lanas de vivos colores y una aguja de gancho, para que se dedicaran hacer cuadraditos de colores. Se pusieron manos a la obra con mucho entusiasmo durante los meses que no pudieron salir de casa», explican desde Asecal.
En el mes de noviembre, han podido volver a Asecal con las medidas sanitarias pertinentes. Vienen de cinco en cinco en días y horas distintas, y han seguido dándole al ganchillo.
Ahora viene la parte más emocionante, empezar a dar visibilidad al trabajo de todo un año, transformando el mobiliario urbano, con las labores realizadas, dándole un colorido especial y muy creativo. «Esta ha sido una labor, callada, anónima y entusiasta, por parte de este grupo de mujeres mayores. Ellas siguen pensando y creyendo en la calle como un lugar de encuentro y participación», concluyen desde Asecal.