Perfumerías Avenida ya ha hecho historia en la Euroliga, pase lo que pase en la final contra el todopoderoso Ekaterimburg.
El equipo de Roberto Íñiguez tiró de talento y trabajo en la primera ‘semi’ contra Sopron para llevarse el partido tras romperlo en el tercer cuarto.
El secreto del éxito del equipo no ha sido otro que precisamente eso: ser un equipo dentro y fuera de la cancha en la temporada más complicada. Y es que, cuando los problemas han aflorado en forma de lesiones o derrotas como la de la Copa, el equipo se ha mantenido unido como una ‘piña’.
Gajic, Vilaró, Karlie Samuelson, Silvia Domínguez o Tiffany Hayes han tenido que pasar por la enfermería en una temporada muy intensa con maratones de partidos interminables.
La otra de las claves tiene que ver con esta última jugadora, la escolta norteamericana con pasaporte de Azerbayán; Tiffany Hayes ha sido, junto a KL Samuelson el faro anotador del equipo durante toda la temporada, pero los números de la ‘12’ de Avenida son mucho mejores de lo que pueda parecer.
¿Por qué? Porque lo hace en silencio, cuando más daño hace a su rival; y lo volvió a demostrar en la primera ‘semi’ de esta Final Four ante Sopron anotando 25 puntos y cogiendo 5 rebotes, con 7/10 en tiros de dos, 1/1 en triples y 8/8 en tiros libres… casi nada, en 29 minutos de juego.
La ‘asesina silenciosa’ de Perfumerías Avenida volvió a aparecer para aniquilar, sin darse importancia, a un Sopron que, pese a esperar lo que Hayes podía hacer, no pudo pararla. Sus números en esta Euroliga también asustan, con una media de casi 17 puntos, 4,1 rebotes, 2 asistencias y 17,2 de valoración en los 25,3 minutos por partido disputados.
Es lo que tienen las jugadoras de este calibre; que cuando ya te has dado cuenta, han matado el partido. Todo ello, unido a su carácter ganador dentro de la pista y sonriente y amable fuera, hacen de la ‘asesina silenciosa’ de Avenida una jugadora letal. Y aún espera la final…