[dropcap]C[/dropcap]antaban Joaquín Sabina y Los Secretos aquello de ‘… Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres…» En el pabebllón de Würzburg solo tuvieron que acercarse las agujas del reloj a las 22.00 horas para que la Policía Local comenzara a desalojar el graderío.
Paradojas de la vida, comenzó el partido con la hinchada azulona jaleando a su equipo sentada en el graderío y éste terminó desnudo… pero sin el amanecer que cantaban Sabina y Los Secretos.
Y todo por la prórroga, al empatar el Perfumerías Avenida y el Valencia Basket en el tiempo reglamentario. Al final, el partido se lo llevó el Valencia Basket.