Salamanca acaba de cerrar uno de los meses menos dramáticos desde el inicio de la pandemia, abril, que solo ha registrado 12 fallecidos por coronavirus, la menor cifra de muertos desde el verano. Nada que ver con abril de 2020, cuando estábamos en el infierno.
En abril ha habido 20 días sin fallecidos por la covid y una media de 41 contagios al día (1.244 en el cómputo global del mes) una incidencia muy baja teniendo en cuenta lo que ocurrió en la tercera ola y que en abril llegaron las vacaciones de Semana Santa y se temía que ocurriera algo similar, porque la gente moverse, se movió y mucho.
La diferencia sobre la tragedia navideña es que la vacunación ha avanzado y ha cubierto casi a todos los mayores, que son los más vulnerables, y las francachelas de Semana Santa se celebraron más al aire libre que en espacios cerrados, como en Navidad.
La incidencia a siete y a catorce días es ahora como a mediados de abril. Llevamos tres semanas con la curva en meseta, pero la pandemia no afloja, porque si bien es cierto que no se ha llegado a descontrolar, no empieza a bajar.
La situación en el hospital sí ha cambiado. Abril terminó con 34 ingresados en planta más que cuando comenzó el mes, y cuatro más en la UCI. Otra situación con curva en meseta y ligeros altibajos, pero que no termina de descender. Ha bajado la media de edad de los pacientes (los mayores empiezan a estar inmunizados por completo) y la situación hospitalaria permite darles cuidados intensivos antes, lo que mejora sus expectativas de recuperación.