El CD Guijuelo vive un momento complicado, tenso y con incertidumbre tras sumar un doble descenso de categoría en solo una temporada.
Todo ello por los errores cometidos en el pasado y con muchas (demasiadas) preguntas en el horizonte, todas ellas sin respuesta.
Y es que, la Junta Directiva ha optado por la ley del silencio, por no conceder entrevistas y por no avanzar absolutamente nada sobre el futuro del Guijuelo, que ahora es toda una incógnita, no solo en lo deportivo, también en lo económico, que es lo primero en lo que debe trabajar el club.
Es cierto que ha habido un primer contacto entre varios miembros del club y directiva en el que se ha comenzado a trabajar sobre cuál será el futuro a partir de ahora después de haberse consumado otro descenso de categoría.
Desde la directiva insisten en que están trabajando en la sombra y que pronto habrá novedades, pero instalarse en la ley del silencio no hace otra cosa que generar nerviosismo e incertidumbre entre los trabajadores del club.
Tampoco beneficia en absoluto negar entrevistas a la prensa y dar explicaciones sobre lo que ha ocurrido este año, con un fatal desenlace; obviamente, están en su total derecho de hacerlo, por supuesto, pero creo que ése no es el mejor camino para despejar ciertas dudas, que no hacen otra cosa que alimentarse…