Cientos de jóvenes tomaron la Plaza mayor nada más acabar el estado de alarma y decaer con él el toque de queda. Tenían pensado celebrar una fiesta con alcohol incluido, pero tuvieron que conformarse con corear ritos de «Libertad, libertad» y vituperios al presidente del Gobierno, la Policía, aunque lo que mejor acogida tuvo fue «Alcohol, alcohol, alcohol. Hemos venido a emborracharnos y el resultado nos da igual» lo mismo que el respeto de la distancia de seguridad y algunos, la mascarilla.