Las instituciones de la Unión Europea no llegaron finalmente a un acuerdo definitivo sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) para el periodo 2021-2027, tras tres días de negociaciones, que volverán a retomar a finales de junio.
Ical.- “Hemos estado muy cerca de llegar a un acuerdo esta semana. No obstante, espero que podamos conseguir un compromiso durante la presidencia de Portugal”, publicó en su cuenta de Twitter el comisario de Agricultura, Janusz Wocjiechowski.
La nueva PAC, que no entrará en vigor hasta 2023, contiene varios cambios respecto a la actual. Una de las novedades principales, y una de las divergencias más importantes durante las negociaciones, es la conocida como arquitectura verde, los conocidos como “ecoesquemas”.
Unas primas y ayudas a ganaderos y agricultores adicionales para que se tengan en cuenta prácticas sostenibles y de acuerdo con la lucha contra el cambio climático, todo ello más allá de exigencias obligatorias.
“Queremos cerrar un acuerdo, pero no queremos cerrarlo a cualquier precio”, defendió la ministra de Agricultura de Portugal, Marís do Céu Antunes, cuyo país ostenta la presidenta rotatoria del Consejo de la UE.
Los países miembros y la Eurocámara mantuvieron posturas totalmente alejadas respecto a la arquitectura verde. Mientras que los países defendieron en un principio que se destinara un 20 por ciento a los ecoesquemas, el Parlamento mantuvo que se aumentara al 30 por ciento, aunque las capitales se mostraran abiertas a encontrar un equilibrio, pero éste no ha sido posible.
“Estoy muy decepcionado con que la Presidencia portuguesa haya dado por acabadas las negociaciones”, denunció el presidente de la comisión de Agricultura, Norbert Lins. “Hay una falta de certidumbre para hacer los planes, necesitamos medidas, mi trabajo siempre será en el beneficio de los agricultores. Obviamente estamos preparados para tener nuevas negociaciones (…) es la única forma de llegar a un compromiso», explicó Lins.
Por su parte, uno de los eurodiputados que formaban parte de las negociaciones, Peter Jahr, aseguró que se pudo llegar a un compromiso en el porcentaje de los ecoesquemas, un 25 por ciento -según la última propuesta de la presidencia portuguesa del jueves por la noche-, pero que la flexibilidad de los primeros años permitía “total libertad” a los Estados miembros, mientras es algo que no convencía a la Eurocámara.
Jahr criticó que la presidencia “cambiase las cosas”. “Si se trabaja con respecto mutuo y total, creo que podemos encontrar un compromiso”.
Las discusiones estuvieron en algunos casos llenas de reproches, también entre la Comisión Europea y los Estados miembros. Wojciechowski durante uno de los debates públicos que se mantuvieron esta semana demostró que apoyaba más a la Eurocámara que a los Estados, a los que pidió ser “más ambiciosos”, algo que fue criticado por el ministro español, Luis Planas, al quien lamentó que Bruselas se situara “en un extremo”.
¿Apoya la CE a los agricultores y ganaderos?
Una posición que también concuerda con el sector. Fuentes de varias organizaciones agroalimentarias consultadas lamentaban el papel de la Comisión Europea, porque no sienten que respalden a los agricultores y ganaderos. No obstante, las mismas fuentes consideran que sí se podrá llegar a un acuerdo para finales de junio.
Por su parte, la organización Copa-Cogeca, lamenta que dadas las difíciles negociaciones con “la merma constante de los ingresos, la reducción de los fondos de la PAC y la intensa competencia internacional, los agricultores tendrán muchas dificultades para ponerlos en práctica”, criticaron en un comunicado la noche antes de que las conversaciones hicieran aguas.
Otras cuestiones que aún quedan pendientes son también la conocida como “dimensión social”, algo introducido en la Eurocámara para que haya mayores inspecciones y multas en caso que no se respeten buenas prácticas en el trabajo. También las condiciones obligatorias para acceder a los pagos directos o la reserva de crisis, que esta sea financiado sobre todo por los márgenes presupuestarios “y no afecte en las ayudas directas” de los agricultores, según una gran mayoría de países.
En cualquier caso, las tres instituciones se han mostrado dispuestas a ser negociando y creen que será posible llegar a un acuerdo para la próxima reunión prevista para el 28 y 29 de junio, poco antes de que finalice la presidencia de Portugal. El sector, los ministros y la Eurocámara creen que el tiempo apremia y que es la “última oportunidad” para poder llegar a tiempo y que los países empiecen a preparar sus planes nacionales estratégicos, otra de las novedades que se incorporan en la nueva PAC.
La Política Agrícola Común tiene un presupuesto total de 390.000 millones de euros, de los cuales España recibirá 47.724 millones en los próximos siete años.