La Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional han presentado este martes la antología poética del escritor chileno Raúl Zurita, XXIX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, titulada “Verás auroras como sangre” (Ediciones USAL). La rueda de prensa, previa a la celebración de las Jornadas de Estudio en honor al poeta galardonado en 2020, ha contado con las intervenciones de Ricardo Rivero, rector de la Universidad de Salamanca; Llanos Castellanos, presidenta del Patrimonio Nacional; Francisca Noguerol, catedrática de Literatura Hispanoamericana de la USAL y autora de la edición crítica, y del propio autor.
Esta obra incorpora tres poemas inéditos (“Cartas desde Pavía” I, II y III) entre la cuidada selección de poemas y reúne una extensa introducción y una bibliografía selecta preparada por Francisca Noguerol, que permitirá al lector adentrarse en el “radiante, alucinado y herido universo Zurita” cincelado a lo largo de 50 años de carrera.
La catedrática de la Universidad de Salamanca define a Zurita como “una de las voces más originales de la literatura contemporánea en español” y le considera autor de una obra “colosal y proteica que conjuga el tono apocalíptico con el testimonial, la experiencia neovanguardista con el alegato etnocultural y ecocrítico, la ‘escritura material’ con la plasmada en papel”.
Noguerol explica que el poeta chileno concibe el tándem “literatura y vida” como un todo, lo que explica que el “yo” aparezca en sus obras como proyección de la voz de otros, pero, asimismo, con enorme impronta autobiográfica.
“Apasionado, visionario y agónico, convencido de que solo merece la pena el arte que provoca el estremecimiento, Zurita ha sabido desactivar convenciones literarias para empatizar con el dolor de los humillados de la historia —torturados, asesinados o desaparecidos—, claves para entender la propuesta de un autor atento a la desolación que permea nuestro tiempo pero que, asimismo, apuesta por el amor para construir nuevos significados en las sociedades humanas”, subraya la antóloga.
Emblema de una generación
Heredero de la gran tradición lírica chilena (es el tercer escritor chileno en alcanzar este galardón, tras Gonzalo Rojas y Nicanor Parra), entre sus obras, Nogueral destaca “Purgatorio” (1979), obra que irrumpe en la escena literaria latinoamericana para convertirse en emblema de una generación traumatizada por la violencia de la dictadura, “causando estupor” desde un primer momento tanto por su contenido, “totalmente ajeno al autismo literario e inscrito claramente en la historia”, como por su forma “la quemadura que se infligió el autor en la mejilla, reflejada en la portada del libro, dio comienzo a una creación que rebasó los límites de la página para marcar sus trazos en la piel del poeta”.
Esta experiencia de acción-inscripción del mensaje más allá de la palabra se extendió posteriormente a espacios naturales como el cielo de Nueva York —con los efímeros astroglifos de humo blanco pertenecientes al poema “La Vida Nueva”, proyectados por cinco avionetas en 1982—, el desierto de Atacama —donde se lee desde 1993 el geoglifo de tres kilómetros “Ni pena ni miedo” (motivo de la portada de la antología “Verás auroras como sangre” presentada hoy en la Universidad de Salamanca)—, los acantilados chilenos —en el proyecto “Verás” (2011) — o el agua de mar —que en la instalación “El mar del dolor” (2017) inundó parcialmente una fábrica en desuso y bañó los pies de los asistentes para denunciar el “viaje hacia la muerte” de los inmigrantes de Medio Oriente a Europa, personificados en la figura del niño Galip Kurdi.
