La consejera de Sanidad, Verónica Casado, apostó este miércoles por cumplir la vacunación contra el COVID «en tiempo y forma» en el lugar asignado donde el paciente tenga su tarjeta sanitaria pero, en el caso de las personas que estén fuera por vacaciones, recordó que se puede «jugar» un poco con las fechas. No en vano, señaló que las segundas dosis se puede retrasar una semana e incluso dos semanas, en el caso de las vacunas de Pfizer y Moderna, ya que no se perdería efectividad. Además, citó la posibilidad de repesca en otras fechas. «Lo importante es que nadie deje de vacunarse», apuntó.
Ical.- La consejera apuntó que el Consejo Interterritorial de Salud abordó la posibilidad de que las vacunaciones se produzcan en otras comunidades autónomas a causa de los desplazamientos durante el verano. En este sentido, apuntó, según recogió la Agencia Ical, que la recomendación es que la administración de dosis se lleve a cabo dentro de la propia Comunidad. No en vano, habló del problema «importante» de logística y de la falta de vacunas para cubrir toda la demanda.
Y es que Casado recordó que los pueblos de Castilla y León suelen llenarse durante los meses de verano, por lo que anunció que trasladará al Ministerio de Sanidad que, de aprobarse la vacunación entre territorios, la Comunidad deberá recibir más dosis que las previstas. «Las regiones con emisores de personas tendrán que disminuir sus vacaciones y nosotros, aumentar», declaró. De ahí que repitiera el mensaje de que ‘hay que venir vacunado desde casa’.
Además, mencionó el problema de la organización ya que aún no hay una historia clínica única en el país, lo que causaría muchas dificultades a la hora de registrar la vacuna administrada. «Habría que ver si se puede dar alguna solución técnica», sentenció. En el caso de la vacunación entre provincias de la propia Comunidad, Casado reconoció que eso entrañaría menos complicaciones ya que se puede acceder al registro.