El médico internista del hospital de Salamanca e investigador del Ibsal, Miguel Marcos Martín, ha colaborado en el estudio del hallazgo de una proteína implicada en el principal cáncer de hígado.
Según publica el propio Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (Ibsal), este estudio ha sido premiado con el ‘Premio a la Investigación Fundación Dr. Antoni Esteve 2021’; se trata de la 17ª entrega del Premio de Investigación Fundación Dr. Antoni Esteve, que concede 18.000 euros al mejor trabajo de farmacología publicado por un autor español en los últimos dos años en cualquiera de sus aspectos (diseño, síntesis, desarrollo galénico, evaluación clínica o de laboratorio, uso, etcétera).
En 2019, el grupo de la Dra. Sabio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares publicaba en la revista Nature datos relevantes en torno a la implicación de la proteína p38gamma en el desarrollo del principal tipo de cáncer primario hepático. Se trata del carcinoma hepatocelular, que afecta a más de un millón de personas al año en todo el mundo y para el que actualmente se disponen de pocas opciones farmacológicas.
Ahora, el tribunal internacional que cada dos años concede el Premio de Investigación Fundación Dr. Antoni Esteve ha considerado este artículo científico como la publicación farmacológica más importante publicada por un autor español entre 2019 y 2020. Antonia Tomás Loba, como primera autora del artículo, recibirá en nombre de todo el equipo que dirige Guadalupe Sabio este galardón en un acto de entrega que, por motivos sanitarios, se celebrará en otoño en las instalaciones del CNIC.
“Este hallazgo es de una gran importancia médica porque identifica a p38gamma como una diana farmacológica prometedora para el tratamiento del cáncer de hígado. Los resultados se obtuvieron utilizando una excelente combinación de enfoques farmacológicos y genéticos para estudiar el papel de p38gamma».
“El estudio, por tanto, ofrece una contribución fundamental a nuestra comprensión de la progresión del ciclo celular en el hígado enfermo y en regeneración y abre nuevas vías para el tratamiento del cáncer de hígado”, concluye Sabine Werner.
Este equipo del CNIC lleva varios años estudiando esta familia de proteínas, las p38 quinasas, que se activan cuando las células sufren cualquier tipo de estrés. “Estudiando con detalle la estructura tridimensional de las proteínas observamos que una de ellas, la p38gamma, era muy similar a la de otro grupo de proteínas conocidas como CDKs. Estas últimas –apunta Sabio– se conocen desde hace tiempo por controlar la división celular y, por tanto, su alteración se ha asociado con el desarrollo del cáncer”.
En estudios en el laboratorio en colaboración con el grupo de Dr. Marcos Malumbres del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y Silvia Osuna, investigadora de la Universidad de Girona, profundizaron en estas similitudes con las CDKs. Así, vieron que un inhibidor conocido de la CDK2, también disminuye la actividad de la p38gamma. Utilizando la pirfenidona, un inhibidor de la p38gamma pero no de la CDK2, retrasaron el crecimiento de los tumores.
En colaboración con el Dr Miguel Marcos del Hospital Universitario de Salamanca, comprobaron que la cantidad de esta proteína en hígado aumenta con la fibrosis hepática en pacientes. Una condición que frecuentemente favorece el cáncer de hígado. “En el futuro se podría tratar este tipo de cáncer con algún medicamento que inhibiera específicamente a la p38gamma”, sugieren los investigadores. “La ventaja frente a otras vías es que nuestros resultados apuntan a que la inhibición de la p38gamma no afectaría a otros tejidos que están en constante proliferación como el intestino o el pelo”, añaden.