[dropcap]F[/dropcap]amiliares, amigos y compañeros recordaron a Nicolás Martín Sosa en el 20 aniversario de su fallecimiento.
Uno de los patios de la Facultad de Pedagogía, el que guarda la encina que plantó el profesor, intelectual y activista salmantino de adopción, acogió el emotivo y simbólico acto con el que recordaron a un hombre único, comprometido, trabajador, entregado, fraternal,… Parafraseando a Machado, Nicolás era, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Durante el homenaje se recordó su faceta de profesor, de maestro, de activista, de intelectual, de crítico, de amigo, de compañero,…
Dicen que nadie muere, mientras su recuerdo permanezca en la memora de amigos, familiares o compañeros. Nicolás Martín Sosa está muy vivo, él y todas las faenas en las que estaba involucrado.





















