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Lo que cuesta criar un ternero en Salamanca

Pastero o para vida, el coste y el precio de venta de los animales es muy diferente
vacuno
Explotación de vacuno de vida (Fotos: Ch. D.)

El sector del vacuno en Salamanca goza de una importancia trascendental, ya que se trata de la provincia con el mayor censo de toda España, por delante de Cáceres.

Muchas veces, la sociedad piensa que los animales se alimentan solo de la hierba que hay en el campo, pero nada más lejos de la realidad. Criar una semental o una ternera hasta su venta o su sacrificio cuesta tiempo y dinero, y en ocasiones no corresponde el precio que recibe el ganadero con lo que le cuesta producir.

Ternero pastero: venta a los seis meses

“Se desteta de la madre y se vende con seis meses de edad. El animal empieza a comer a los dos meses y medio, más o menos, con un pienso de arranque más específico, que alterna con la leche de la madre”.

Así lo indica el ganadero salmantino Emilio Ortega, quien asegura que el primer mes “el gasto es mínimo ya que solo toma leche y después la alterna con el pienso. En este caso, la madre también debe tener un cuidado más especial y se la cuida de otra formar, comiendo forraje y paja, además de pienso”, asegura.

A los dos meses y medio o tres, el ternero pastero puedo comer sobre medio kilo de pienso al día y poco a poco va subiendo con el paso del tiempo. Un mes después ya comerá un kilo al día, del cuarto al quinto mes entre 2 y 2,5 kilos y del quinto al sexto mes, ya puede comer unos 4 kilos de pienso, además de seguir mamando de la madre. “Los animales maman a demanda, no hay una cantidad fija ni un momento adecuado; cuando se le acoplan los piensos ya tiran menos de la madre”, indica Ortega.

Terneros

Una vez que han pasado esos seis meses, el becerro se desteta de la madre y ésta ya debe estar preñada de nuevo, “ya que si no hay ningún problema, a los dos meses de haber parido, ya tiene que volver a estar preñada para pasar el ciclo de nueve meses de gestación”, asegura.

¿Cómo es el proceso de destete? “Es duro y genera mucho estrés y nervios a ambos, pasa lo mismo con los niños y las madres. Al dejar de dar de mamar al becerro o hacerlo de forma progresiva, a la vaca le entra fiebre y sufre mucho estrés porque está acostumbrada a alimentar a su hijo. El ternero se pasa entre 3 y 4 días berreando hasta que se asienta poco a poco y una vez que pasa este periodo y se vacuna, se mantiene por sí solo comiendo primero 5 kilos de pienso al día, luego 6 y así sucesivamente hasta que seis meses”, explica Emilio Ortega.

Cuando llega a esta edad, tiene como destino el cebadero y cuando cumple un año ya se sacrifica; “por eso, estos animales son conocidos como añojos y al destete suelen pesar unos 240 kilos y un animal de raza cárnica puede llegar al año con 600 kilos”.

Pero, ¿cuánto cuesta un ternero pastero?

El coste a los seis meses es alto porque el animal suele pesar unos 240 kilos y hoy en el mercado, y con los precios de hoy en día, cuesta unos 650 euros. “El gasto al ganadero puede ser de unos 100 euros, a los que hay que sumar los gastos derivados del diferente trato a la madre mientras le da de mamar”.

El problema con este tipo de ganado lo tiene el cebadero, que debe estar seis meses dando de comer al animal, con un gasto que puede estar en los 1.200 euros antes de sacrificar los añojos, por lo que el beneficio hoy en día rondaría los 50 euros porque suelen pagarse a 1.250 euros con esa edad.

“Para que el cebadero sea rentable, se le deben ganar a cada animal 100-150 euros; ha habido épocas en las que así ha sido, en función de los precios de la Lonja en cada momento”, asegura Ortega.

Terneros

Animales de vida: la genética se paga

Por otro lado, en lo que se refiere a los animales para vida, se trata de otro sector completamente diferente.

“El coste es el mismo que los pasteros hasta los seis meses cuando es un macho, pero el valor de mercado de ese ejemplar por su genética no es el mismo y cuando cumplen los 12 meses, se suelen vender por unos 2.100 euros de media, aunque siempre hay excepciones de sementales muy buenos que se venden por mucho más”, explica Emilio Ortega. “El pastero es un ternero industrial, que tiene la genética del padre, pero no de la madre ni está inscrito en un libro genealógico ni tiene ese valor añadido”.

Estos animales son, en muchos casos, los futuros sementales de la propia ganadería del productor o de otros si los pone a la venta. “Yo me puedo quedar con algún animal que crío en mi ganadería para semental futuro; no todos son iguales y algunos son de élite, por lo que valen mucho más dinero y generalmente, el que te lo compra se dedica a lo mismo que tú”.

En el caso de la ganadería de Emilio Ortega, en Santa Olalla de Yeltes, tiene 60 madres, 30 machos para vida y 30 hembras, dejando un 10% de ejemplares como recría.

“Si por ejemplo vendemos 30 animales a un precio medio de 2.000 euros, el resultado son 60.000 euros de media, mientras que el coste de producir esos 30 animales se sitúa en unos 1.200 euros, para un total de 36.000. A estos gastos hay que sumarle vacunas, posibles bajas, gasóleo, ecografías, mantenimiento… el negocio es que las vacas paran todos los años y como se ve, al final no queda tanto dinero”, explica Ortega.

La media normal es tener un semental para cubrir 30 vacas, para que paran otras tantas veces; una vaca de genética puede aguantar bien 10 partos y una industrial, que tiene menos desgaste, unos doce, para una vida útil de 12-13 años.

“Con un buen semental, se pueden hacer cuatro cubriciones, unos seis años de vida, siendo este sector el más rentable porque ahora el cebadero apenas obtiene rentabilidad. Un buen ejemplar con genética, de 1.400 kilos, puede tener unos 800 kilos de canal”.

Así, y según Emilio Ortega, la genética “ofrece más beneficios, pero también mucho más trabajo”.

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