Hay cifras que quizá muy pocos ciudadanos pueden llegar a conocer porque parecen invisibles, pero en realidad están muy presentes.
Una de ellas se refiere a la deuda viva de las entidades locales que cada año hace pública el ministerio de Hacienda para ‘recordar’ los euros que deben a las arcas del Estado.
Pues bien, en el caso del ayuntamiento de Salamanca, esta cifra aún es muy elevada aunque ha tenido una reducción progresiva con el paso de los años, dejando a los salmantinos sin algunas inversiones necesarias para mejorar su calidad de vida.
Así las cosas, a fecha de 31 de diciembre de 2020, la deuda del consistorio dirigido por García Carbayo con el beneplácito de Ciudadanos, aún asciende a 47,88 millones, o lo que es lo mismo, 330 euros por habitante.
Esta cuenta en ‘números rojos’ ha ido descendiendo con el paso de los años; no en vano, a 31 de diciembre de 2019, la deuda era de 52,72 millones, por los 58,37 de 2018, los 68,55 de 2017 o los casi 81 millones del año 2016 por no hablar de ‘agujeros’ anteriores.
Estas cifras delatan todas las inversiones que se han dejado de hacer para tapar una deuda que aún le costaría a cada salmantino 330 euros en un recibo que parece invisible, pero que no lo es…