[dropcap]E[/dropcap]l otro día estaba hablando con una amiga de temas laborales y en un momento de la conversación me dijo:
—Al final es lo que dice mi amiga Elena, lo importante es tragozar.
Y yo:
—¿Trago qué?
—Tragozar, de trabajar y gozar.
Qué bueno me pareció. A lo mejor tú ya hace años que conoces el concepto de tragozar, pero yo era la primera vez que lo oía.
Me atrevería a decir que en el mundo hay miles de millones de personas que no están satisfechas con su trabajo. En alguna ocasión he leído que solo un 15% de la gente está realmente contenta con su empleo.
Ya sea porque no han podido elegir, porque hayan escogido algo que les gusta pero el ambiente de trabajo sea horrible, porque el jefe sea insoportable o porque no tienen jefe y trabajan 16 horas al día.
No sé cuál es tu caso, pero espero de verdad que si trabajas, te guste bastante lo que haces (no hay trabajo perfecto, eso lo sabemos todos).
Y si ya estás en el club de los que tragozan, lo disfrutes y compartas con el mundo tu dicha.
Porque a mí me da que, aunque haya trabajos mucho más complicados o estresantes que otros, hay una buena parte de nuestra satisfacción que depende de nuestra actitud.
Es lo que se conoce como el liderazgo aplicado a uno mismo, o al menos yo lo llamo así.
Ejercer el liderazgo en nuestro puesto de trabajo es posiblemente la mejor opción de todas las posibles.
Porque si ponemos foco en lo que no nos gusta, siempre le vamos a encontrar pegas: me gustaría cobrar más, quisiera tener mejores horarios, desearía realizar otras tareas menos monótonas, etc.
En cambio si lo contemplamos desde el liderazgo, haremos todo lo que está en nuestras manos para que ese sea un buen trabajo.
Por ejemplo, nos esforzaremos tanto como podamos en hacerlo lo mejor posible.
Seguiremos formándonos y aprendiendo nuevas estrategias.
Practicaremos la gratitud, apreciando todo lo bueno que sí nos aporta.
Y adoptaremos una actitud proactiva tomando la iniciativa cada vez que sea necesario. De ese modo, es muy posible que con el tiempo lleguemos a modificar parte de lo que no nos gusta y estemos aún más satisfechos.
Al final, el liderazgonos conduce hacia donde queremos llegar, es cuestión de desarrollar ciertas habilidades que todos podemos aprender.
¿Cómo?
Pues hay muchas maneras. Yo te propongo que empieces suscribiéndote a mi newsletter para aprender nuevas herramientas que quizá no conozcas. Puedes hacerlo aquí.