El Gobierno de Australia ha decretado el confinamiento de Brisbane, la tercera ciudad más grande del país, tras detectar un brote de siete casos de coronavirus de la variante india.
El encierro de la población en sus casas comienza este sábado por la tarde y solo podrán salir a la calle para actividades esenciales, como hacer la compra y hacer deporte.
El confinamiento también afecta a otras partes del estado de Queensland para frenar el brote de covid-19 que afectan a un menor, su familia y un tutor.
Las restricciones drásticas en Brisbane se producen mientras la capital del país, Sidney, y sus alrededores están confinados desde el pasado 26 de junio y hasta el 27 de agosto debido a un rebrote de coronavirus. La capital está acordonada y un millar de policías vigilan la ciudad para evitar manifestaciones de protesta por las restricciones.
Australia, con 34.000 infecciones y 924 muertes desde el inicio de la pandemia, intenta acelerar su programa de vacunación.