Castilla y León contabilizó 13.528 matriculaciones de turismos entre enero y julio de este año, lo que supone un aumento del 6,7 por ciento, respecto a los datos de 2020, en el mismo periodo de tiempo.
Ical.- Sin embargo, durante el mes de julio, se matricularon 2.094, con un desplome del 42,4 por ciento. En el conjunto nacional, las matriculaciones registraron una fuerte caída de las entregas, con un descenso de las ventas del 29 por ciento, hasta las 83.900 unidades en julio 2020. El acumulado del año registró, comparado con el mismo periodo de 2020, una subida del 18,1 por ciento, hasta las 540.732 unidades.
Las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam recalcaron que julio de 2020 fue un mes especialmente bueno, el primero de apertura total tras el confinamiento estricto de la pandemia y se benefició de la demanda embalsada de los meses anteriores, en los que no se pudieron hacer operaciones.
Las matriculaciones de turismos de gasolina en Castilla y León se situaron entre enero y julio en las 6.324, con una merma del 6,9 por ciento; mientras que en julio sumaron 969, un 51 por ciento menos que un año antes .Las ventas de diésel se situaron en el acumulado en 2.852 turismos, con un crecimiento del 2,8 por ciento; mientras que en julio ascendieron a 395, un 56,4 por ciento menos.
Las matriculaciones del resto de combustibles alcanzaron las 4.352 entre enero y julio, con una subida del 2,7 por ciento; y en julio sumaron 730, un 3,1 por ciento menos.
La marca Renault se situó en el sexto puesto del ranking, con 31.221 unidades vendidas en el acumulado del año, con un ligero descenso de décima respecto a 2020. Las ventas de la marca del rombo en julio sumaron 3.857 vehículos, con una caída del 55,7 por ciento.
Nissan, por su parte, matriculó 15.989 vehículos en siete meses, un 11,2 por ciento menos que en 2020; y en julio, 2.049, con un desplome del 50,4 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.