Desde hace un mes, Salamanca dispone de una regulación de la carga y descarga que iba a adecuar esta necesidad cotidiana a las particularidades de la ciudad, especialmente en la zona monumental donde han de convivir con el turismo y los desplazamientos de los propios salmantinos.
Para Podemos, una de las calles que demandaban un cambio “drástico” era la calle la Rúa, debido a sus dimensiones y los numerosos bares, restaurantes y comercios que se encuentran en ella. “Un mes después de la nueva regulación nada ha cambiado. En el horario de carga y descarga sigue existiendo el mismo caos anterior al bando. El buque insignia de la nueva regulación hace aguas”, indica la concejala de Podemos, Carmen Díez.
Afirma que el incumplimiento más generalizado es el acceso a la Rúa desde la calle Quintana, lo que provoca que se encuentren de frente vehículos de carga (más grandes que los automóviles) coincidiendo con vehículos aparcados y ocupando toda la calle.
Díez cree que la idea del bando para esta calle no es mala. “Para evitar atascos y sobre todo sustos a los peatones, el bando impone circular solo en una dirección, desde la catedral hacia la calle Quintana pudiéndose acceder desde la calle Francisco de Vitoria, Palominos, Jesús y Sánchez Barbero. Que se cumpla esto hay que vigilarlo, sobre todo en los primeros momentos de puesta en marcha. La ausencia en esta calle de la Policía Local para regular es clamorosa”, indica.
El segundo incumplimiento más generalizado es el de la obligación de estacionar en el lado derecho del sentido de la circulación. Aún se ven a numerosos vehículos que estacionan indistintamente a derecha o izquierda, con lo que disminuye el espacio de circulación y el de desplazamiento de los viandantes, sean turistas o locales. El problema se agrava con la presencia de terrazas apiladas en la misma calle. “Que el bando no contenga una referencia al momento en que pueden ponerse las terrazas y donde han de estar las mesas, sillas, mamparas, parasoles que las componen hasta ese momento es una de las deficiencias más grandes de la regulación de la carga y descarga”, afirma Díez.
“No es cierto que sean los vehículos de conocidas empresas de distribución los cumplidores del bando y los empresarios particulares del ramo quienes no lo hacen por desconocimiento. La visión que da la calle es que hay incumplimientos de todo tipo. Es difícil de creer que en una ciudad pequeña los profesionales de un gremio no se enteren de modificaciones que afectan a sus horarios, por dónde pueden o no circular, a la velocidad que deben hacerlo y dónde estacionar. Más bien parece que el Ayuntamiento no es capaz de hacer que el bando se cumpla. Un bando que levantó esperanzas de solución para uno de los problemas de la ciudad que afecta más a la zona histórica y repercute en el turismo”, señala la concejala de Podemos.
Finalmente, las señales de tráfico encargadas de informar sobre horarios y restricciones de acceso en la misma calle la Rúa no han sido modificadas. El horario actual, según el bando, es hasta las 10:30. Las señales marcan hasta las 11h y ninguna prohibición de acceso desde la calle Quintana. Hay una fuerte contradicción entre el bando y las señales de tráfico.
Para Carmen Díez, “esta es la visión espontánea de la calle la Rúa en un día cualquiera en horas de carga y descarga. En 10 minutos, lo que se tarda en recorrerla de ida y vuelta. Si cualquier persona puede observar esto sin necesidad de esperar para que ocurra, es que el incumplimiento es clamoroso. Lo que menos se entiende entonces es que el equipo de gobierno del Ayuntamiento se felicite por la buena ejecución del bando y porque ha habido menos sanciones que en un mes cualquiera de los anteriores. Si no hay multas es porque no se ponen, no porque no haya infracciones. No hay peor ciego que el que no quiere ver”, concluye.
1 comentario en «Caos en la carga y descarga en La Rúa»
Es normal que una calle peatonal se vea asi?. Y siendo la Rua, conexion clave entre la plaza y la catedral o universidad, eje fundamental del turismo, da igual?. Pero hasta donde se quiere llegar?. Es que aqui todo vale?. Y aquello de la gallina de los huevos de oro, no sirve?. Pero que desgracia tiene esta ciudad con unos gobernantes donde la falta de sensibilidad solo es comparable con su prepotencia