[dropcap]E[/dropcap]En muchas ocasiones se ha entendido mal lo que se hace en psicoanálisis. Con el tiempo se ha pensado y se pensó también malentendiendo el mismo que el psicoanálisis consistía en volver al pasado y, una vez allí, como si fuera posible reconstruir ese pasado en lo pasado, como si esos traumas se recompusieran o modificaran.
Incluso ese modo de entender el tiempo sería una idea de tiempo muy de la física y muy poco psicoanalítica, porque plantearía algo así como que la vuelta al pasado es posible y, por ende, la rectificación del mismo, pero eso en ese tiempo de pasado real o, lo que es lo mismo, sería como si en lo real físico se viajara en el tiempo.
Para el psicoanálisis el tiempo es una construcción permanente que se hace en presente, es decir para el psicoanálisis cuando el paciente o el sujeto psíquico habla ahí construye el tiempo, ahí también construye el pasado, es decir, que ahí es cuando él recuerda, pero lo hace en presente, es decir, él habla en pasado pero con todo su bagaje y todas sus ideas presentes, con todos los pensamientos adquiridos hasta el momento de hablar.
Habla de él mismo, habla de la familia, habla de su niñez, habla de sus relaciones de amigos y habla de sus padres. ¿Por qué creen también que varios hermanos, a pesar de tener los mismos padres biológicos no tienen los mismos padres psíquicos?
Por eso, cuando el modo de pensar un padre o una madre es devastador para el paciente nosotros le invitamos a que pueda construir otro padre, pues es una construcción simbólica y también en el lenguaje y, por ende, posible pues no está sujeta a un tiempo pasado sino presente, a tal punto que esta idea de tiempo no solo posibilita la transformación del presente y del futuro sino la transformación de pasado en el presente.
Freud nos plantea que la problemática del ser humano no reside en su modo de desear, o más que la problemática lo que le diferencia uno de otro no es en su modo de desear, sino en el modo en que el renuncia a su deseo, es decir a todos nos pasan las mismas cosas, pero la diferencia estaría en qué hacemos con esas cosas que nos pasan.
Un trauma en sí mismo no hace que una persona enferme o sane, sino lo que esa persona haga con el trauma, y traumas de una índole u otra tenemos todos.
[pull_quote_left]Una vida con doscientas palabras es muy distinta que una vida con cuatro mil, y tenemos la vida que somos capaces de pensar y pensamos en palabras, luego nunca podremos vivir una palabra que no conocemos[/pull_quote_left]En esta dinámica de pensamiento habremos de decir que el psicoanálisis no pretende la cura del paciente, aunque el paciente se cura como un beneficio secundario del psicoanálisis.
Esto quiere decir que cuando el paciente comienza a psicoanalizarse y empieza a resolver sus cuestiones y conflictos no va a necesitar del síntoma y, por lo tanto, no va a necesitar de la enfermedad como modo de resolución del mismo.
El ser humano, dentro de su normalidad, es capaz de pasar al día por más de cincuenta afectos distintos sin que eso implique que se debe de quedar anclado en ninguno de ellos. Es decir, que cuando uno está triste siente como que siempre estará triste y cuando esta alegre o enfadado o irritado o con rabia o desidia etc… siente también lo mismo, que es algo como para siempre. Poder darle la dimensión temporal de “es este momento» permite que entren en juego más modalidades de afectos y, por lo tanto también permite vivirlos de otro modo.
Desde el psicoanálisis y desde la propia Escuela Grupo Cero se plantea la lectura y la escritura no solo como elementos posibles para cualquier humano, sino también como elementos importantes para el desarrollo y construcción de la salud del ser humano, porque una vida con doscientas palabras es muy distinta que una vida con cuatro mil, y tenemos la vida que somos capaces de pensar y pensamos en palabras, luego nunca podremos vivir una palabra que no conocemos.
En resumen, que el tiempo del psicoanálisis, ese que se construye se denomina futuro anterior. Sabemos de él siempre por sus efectos o por recurrencia. El pasado se puede cambiar porque el pasado lo traemos en presente, por lo tanto ¿se anima a cambiar su vida? Esa es la propuesta siempre viva que le plantea el psicoanálisis.
[quote_box_left]Mª Carmen García Mateos
Psicóloga y psicoanalista
de Grupo Cero
Telf: 651831296[/quote_box_left]
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