Un joven apareció en la madrugada del sábado al domingo en las urgencias del Hospital Clínico con una herida por asta de toro.
Tras la sorpresa inicial, los sanitarios comprobaron que se trataba de una cornada leve y que el paciente tenía, además, una luxación en el hombro.
Explicó que había tenido un percance en un espectáculo taurino que comenzó en Babilafuente a las diez de la noche del sábado y que fue atendido allí mismo.
No obstante, de madrugada decidió ir al hospital para que los sanitarios comprobaran que había recibido una asistencia correcta por parte del equipo médico contratado por la organización del espectáculo de cortes, saltos y quiebros organizado en el municipio salmantino con motivo de las fiestas de San Roque.
Tras someterse a una nueva exploración y tratamiento por parte de las enfermeras, pudo regresar a su casa.