[dropcap]I[/dropcap]sidoro Alanís, presidente de Global Exchange, empresa salmantina dedicada al cambio de moneda, vive un momento de espera. Su empresa, al igual que todo el sector turístico y de viajes –opera en aeropuertos de más de una veintena de países- está acusando mucho la pandemia, las restricciones de movilidad y la incertidumbre.
Ha solicitado un rescate de 45M€ a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales)…
Eso es un poco exagerado. Hemos solicitado una financiación a la SEPI por 45M€.
¿Podría aclararlo?
Es una financiación, no una ayuda directa a fondo perdido, hay que dejarlo claro. Es una financiación con unas condiciones duras. Los primeros años son una financiación de mercado, pero a partir de un tercer año ya son más altas que las que se puedan encontrar en el sistema financiero. Es un préstamo con devolución. Nosotros lo hemos solicitado a seis años.
¿Para qué lo han solicitado?
Para afrontar los próximos años con la capacidad de liquidez necesaria. Somos una de las empresas que podemos participar en las solicitudes del fondo. A nosotros la pandemia nos afectó de lleno. El 2020 estuvimos en un 22% de actividad sobre el 2019, como se puede imaginar con esa cifra de actividad, entramos en unas pérdidas importantes en el ejercicio de 2020.
¿Cómo va el 2021?
A esas pérdidas del año pasado hay que sumar las del 2021, que empezó muy mal. Muy mal en el primer semestre y ya vamos notando una recuperación importante. Creemos que lo peor de la pandemia ya ha pasado. No obstante, como empresa dedicada a los aeropuertos y al turismo, necesitamos esa liquidez para afrontar los próximos años con garantías de que vamos a pasar esta crisis y vamos a sobrevivir. En resumen, necesitamos la liquidez necesaria para sobrevivir, seguir creciendo y posicionándonos en el mercado.
Ha hablado de que algunos años pagará más intereses que si acudiera a la banca comercial. ¿La banca española no se arriesga a invertir en empresas que en este momento lo están pasando mal como puede ser la suya?
La banca tiene una capacidad de préstamo alta y nos han apoyado en esta crisis. Cuando nosotros acudimos a la SEPI es como consecuencia de que la banca no va a seguir prestando financiación a empresas como nosotros. Es una cuestión de que la banca tiene sus niveles de riesgo y nosotros vamos a tener muy difícil ir a una financiación bancaria en los próximos 18 meses. Evidentemente, si esto se normaliza, que vamos camino de que sea pronto, lo que pretendemos es que a medio plazo hagamos una refinanciación y podamos pasar esta fase y refinanciar con los bancos. Probablemente en dos o tres años, como muy tarde, cambiar la financiación de la SEPI, amortizarlo anticipadamente, y normalizar todo. Esto es como consecuencia de una situación excepcionalísima que estamos viviendo.
La excepcionalidad de una pandemia mundial.
Sí. Nosotros pasamos de tener 2.511 personas trabajando en Global Exchange a principios de marzo de 2020 a que a finales de abril del 2020, un mes y medio después, había 190 personas. El 93% de reducción de lo que era nuestra flota de ventas.
En ese porcentaje se redujo todo lo demás…
Todo, todo, todo… El 2020 ha sido un año terrible para todos en general. Una pandemia mundial, que no la conocíamos. Ha sido una situación terrible para la humanidad. El problema no lo hemos tenido solo las empresas, se ha parado todo el mundo, ha habido millones de muertes y se han colapsado los sistemas sanitarios. Estamos hablando de un hecho excepcionalísimo que nadie había vivido.
¿Se está portando bien el Gobierno en los trámites para concederle la financiación o están siendo muy farragosos?
La verdad es que son muy profesionales y hacen un trabajo excepcional. Eso sí, han tenido una avalancha de expedientes que tienen que sacar en un plazo muy reducido. ¿Cuál ha sido el problema que hemos tenido todas las empresas que hemos ido al fondo de garantía de la SEPI? Que ha habido una operación que se aprobó por la SEPI que ha generado muchas dudas sobre su aprobación y autorización que ha paralizado por completo las decisiones. Es una cuestión de parálisis, pero no de la parte técnica, sino de la de decisión final. Ha habido cambios en la presidencia de la SEPI, que también ha llevado a una ralentización.
Nosotros, lo que demandamos ya, al igual que todas las empresas que estamos en esa misma situación, es que empiecen a tomar agilidad y a aprobar las operaciones finales, porque el fondo se termina el 31 de diciembre por las bases que se aprobaron. Las empresas no podemos estar permanentemente con la agonía de saber si van a aprobarlo o no.
¿Cuándo cree que le dirán algo?
Por lo que tengo entendido, creo que este septiembre van a poner las operaciones en marcha y va a haber un número muy importante de aprobaciones. Esperamos que también esté la nuestra. Esto es lo que garantizaría la continuidad de nuestra empresa.
Isidoro. ¿Cambiaría la estrategia de su empresa si le aprueban la financiación o si no se la aprueban?
(Silencio) La estrategia de la empresa no cambia porque al final nosotros tenemos como objetivo darle la vuelta a la crisis y convertirnos en la empresa líder a nivel mundial de cambio de monedas. Eso no cambia, porque podemos llegar a hacerlo, porque nos hemos convertido en la empresa más fuerte. Tenemos suerte desde un punto de vista de lo que es nuestro sector.
Explíquese.
Nuestros competidores principales están pasando situaciones muy complicadas, mucho más que nosotros, y podemos tener una cuota muy importante de mercado de estos competidores. Ahora bien, si no conseguimos los fondos de la SEPI nos va a pasar que tendremos que analizar otras fuentes de financiación externas o se nos agranda el problema de cómo salir adelante.
Nosotros el fondo de la SEPI no vamos a utilizarlo para crecer, porque no es ese el fin, pero sí con el desarrollo normal de nuestro día a día y con la actividad del mercado que se está recuperando, podemos conseguir una cuota de mercado muy importante. El problema lo tendremos si no llegamos a tener la aprobación de la SEPI.
¿Hay motivo para la preocupación?
No, porque nuestro expediente ya ha pasado la revisión y la auditoría de una firma independiente con la aprobación correspondiente de nuestro plan de negocio. Sabemos que toda la tramitación está bien. Evidentemente no nos planteamos ese escenario porque sería problemático.
Sería un buen final para el 25º aniversario…
Sería el final que estamos esperando todos los días. Sería la gran noticia y así poder decir: Vamos a por otros 25 años, ya.