El portavoz y vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, consideró este jueves que “no está lejano el día” en el que los castellanos y leoneses dejen de utilizar la mascarilla en el interior del establecimiento al tiempo que avisó que es prudente “esperar” al menos 15 días para ver cómo evoluciona la pandemia y si se estabiliza la incidencia, ya que la Comunidad no está en cifras de “nueva normalidad”.
Ical.- Asimismo , agregó que, no obstante, la decisión de declarar el fin de la alerta sanitaria corresponde al Gobierno y lo lógico es mantener la prudencia y esperar a que se adopte el acuerdo.
Por otro lado, también indicó que a medida que se suministre la tercera dosis de refuerzo a los usuarios de las residencias de mayores es posible que se varíe el protocolo y se relajen las medidas en los centros geriátricos.
Igea reiteró que, a pesar de en Madrid “se habla” de poder quitarse la mascarilla en los interiores, es el Gobierno de España quien elaboró el Decreto y quién tiene que declarar el fin de la alerta sanitaria y relajar las medidas que son de su competencia.
Por otro lado, respecto a la posibilidad de que los niños puedan retirarse la mascarilla durante el recreo, el vicepresidente precisó que hasta que no se conozca qué va a ocurrir con la vacunación en los menores de 12 años y hasta que no se vea cómo evoluciona la pandemia en el primer mes de la vuelta al colegio se mantendrán los protocolos.
En este sentido, aseguró que es “prudente” mantener en vigor el uso obligatorio de mascarilla en los colegios y no se tomará una medida definitiva al respecto.
Asimismo, no quiso vaticinar cómo evolucionará la pandemia y tampoco si se dará alguna mutación que obligue a cambiar de estrategia de vacunación o imponer otras medidas restrictivas. Pese a ello, Igea sí afirmó que, a día de hoy, la evolución de la pandemia es “tranquilizadora” ya que la campaña de vacunación ha sido un éxito, la incidencia disminuye y sigue contenida, a pesar de la relajación de medidas y la vuelta a la vida normal.
Es por ello, que consideró que la previsión es que el COVID-19 se convierta en un virus endémico más, que se vigilará a nivel mundial tal y como se hace con el de la gripe. “Se estudiarán las posibles nuevas variantes que pudieran obligar a realizar campañas de vacunación pero este asunto es difícil de prever”, concluyó.