La Travesía de Elena nace del compromiso de Lundbeck, compañía farmacéutica global especializada en enfermedades del cerebro, por el cuidado de la salud mental. Se trata de un relato interactivo formado por 12 ilustraciones creadas por la artista salmantina Ana Santos sobre las vivencias de una joven que logra superar una depresión.
La iniciativa ha logrado por primera vez reunir más de 500 testimonios anónimos de personas que han sufrido o sufren depresión, y que han sido la fuente de inspiración para crear esta muestra audiovisual en un formato innovador a modo de experiencia virtual. Las historias compartidas se recopilaron y también pueden verse en @RethinkDepES y @LundbeckES, y han sido la fuente de inspiración para que la ilustradora Ana Santos creara esta serie de obras que reflejan la realidad de las personas que padecen depresión. El objetivo es dar a conocer de una forma más cercana y directa qué supone convivir con este problema de salud mental.
“La historia de Elena es la de muchas personas que en algún momento de sus vidas atraviesan una situación similar y plasma de una manera muy cercana todas las etapas de la enfermedad”, explica Ana Santos.
Este relato visual recoge varios aspectos de la depresión que los testimonios han manifestado de forma más recurrente, como la incomprensión, las recaídas, el estigma o la necesidad de recuperar los buenos hábitos. “El embotamiento emocional es otro de los síntomas que más se repiten. Se trata de un estado en el que los pacientes se muestran indiferentes ante muchos ámbitos de su vida cotidiana, como los amigos, la familia o el trabajo, lo que les impide disfrutar de cosas que antes les gustaban. Esto implica una reducción de la calidad de vida y conlleva un mayor riesgo de recaída”, añade Celso Arango, psiquiatra y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP).
La depresión es una enfermedad que puede tratarse y curarse, especialmente si se diagnostica a tiempo. Normalizarla es un paso fundamental para que las personas que la sufren puedan hablar de ella sin tabúes y reciban la ayuda que necesitan.
El 30% de las personas con depresión no lo hablan con sus familias
A pesar de ser una enfermedad cada vez más prevalente, la depresión es una enfermedad rodeada aún de un gran estigma social. “El 30% de las personas con depresión no lo hablan con la familia. En la mayoría de los casos tienen miedo a que sus familias sufran por ellos o a ser una carga, les preocupan las consecuencias sociales, laborales y personales”, relata José Manuel Dolader, director de la asociación La Barandilla, según los datos de los que dispone la entidad.
La experiencia virtual pone de relieve la importancia de conocer realmente qué es la depresión, especialmente en un momento en el que se está produciendo un aumento de los trastornos mentales a causa de la situación social y económica generada por la pandemia de Covid-19.
Según Celso Arango: “esperamos un aumento del 20% de los casos en trastornos depresivos, especialmente en los segmentos más vulnerables. Estamos viendo que el confinamiento y el aislamiento ha afectadoa los más jóvenes. Son uno de los colectivos más vulnerables en esta pandemia en cuanto a salud mental. Han visto cómo sus proyectos han quedado paralizados y su estilo de vida totalmente alterado, lo que ha tenido un impacto directo en su bienestar emocional. Esto hace que acumulen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno mental, incluso respecto a franjas de edad mayores”.
Un 40% de los españoles revela haber tenido síntomas de ansiedad, depresión o estrés postraumático en el último año, según revela un estudio reciente de la Universidad Complutense de Madrid, pero son los jóvenes de entre 18 y 30 años quienes muestran una mayor sintomatología depresiva y de ansiedad en comparación con el resto de la población. De hecho, la “Encuesta sobre la salud mental de los españoles durante la pandemia de la Covid-19” elaborada por el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) reflejaba que los jóvenes entre 18 y 24 años son quienes más reconocen haber llorado por la situación de pandemia (42,8%).
“Muchos pacientes se quejan de síntomas físicos y vemos que el origen son situaciones psiquiátricas. El cansancio, un bajo rendimiento, la falta de concentración, o mareos pueden ser indicadores de una posible depresión”, explica Vicente Gasull, médico de atención primaria en el Departamento 9 de Valencia y coordinador del Grupo de Salud Mental de SEMERGEN, quien señala la importancia de la aceptación, “no es fácil convencer al paciente y la familia, y hacerles comprender que es una enfermedad y hay que tratarla”.