«Se puede ver el fin del sufrimiento y el padecimiento de cáncer de mama»

El investigador del Centro del Cáncer, Atanasio Pandiella, cree que lo veremos en treinta años
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La presentación de las nuevas investigaciones del equipo de Atanasio Pandiella y el patrocinador principal. (Ical / Susana Martín)

La Fundación Cris contra el cáncer prolongó su aportación al Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca por tres años más con la asignación monetaria de 210.000 euros. Según indicó este jueves el investigador principal del CIC Atanasio Pandiella durante la presentación del acuerdo, estos fondos de capital privado permitirán a los profesionales del centro trabajar con la capacidad para albergar “la esperanza de asistir a mediados de siglo al fin del sufrimiento por el cáncer de mama”.

 

Ical.- El investigador hizo hincapié en su agradecimiento a la Fundación Cris y a la implicación de la sociedad civil, con “donaciones euro a euro”, para poder continuar con su labor científica. “No vamos a parar mientras las instituciones públicas y la ciudadanía nos ayuden en tiempos de escasez”, prometió. Eso sí, en este sentido, y con la intención de ser “claro y directo”, Pandiella reconoció que, respecto al dinero que administra el Estado o la Autonomía, se encuentra “agradecidísimo”, pero que “es insuficiente”. “Sin la ayuda de fondos privados no podríamos estar ahora mismo donde estamos”, insistió.

Con esta aportación, la Fundación Cris supera los 600.000 euros donados a lo largo de la última década. Unos fondos que, según el investigador, han ido encaminados a combatir los tumores tipo HER2 de cáncer de mama, con una prevalencia cercana al 20 por ciento. “A principios de siglo era el más letal y ya no lo es. Hemos conseguido la llegada de nuevos fármacos a la medicina clínica que están dando unos resultados espectaculares”, manifestó. De hecho, según sus explicaciones, hasta 2005 había un único fármaco capaz de mitigar los efectos de este tumor, entonces llegó el segundo y, a partir de ahí, son tres más los que han logrado desarrollar en el CIC.

“Esto quiere decir que, si ese tumor en una mujer se vuelve resistente al primer o al segundo fármaco, tenemos otros tres que son eficaces. Y esto revierte en prolongar la esperanza de vida de las pacientes. Cada vez tenemos más herramientas terapéuticas y esa es la importancia de la labor científica. Lo que a mí me cautiva de la investigación es que podamos hacer cosas para ayudar a la gente”, valoró Atanasio Pandiella. A partir de ahora, y con la nueva aportación, se dedicarán a estudiar a qué tipo de pacientes benefician más esos fármacos, según aclaró.

Respecto a los objetivos globales del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, Pandiella asumió que las tasas de supervivencia del cáncer de mama, que cifró en el 80 por ciento, son “bastante altas”, pero reivindicó que su preocupación permanece con “el resto”. “El objetivo final es terminar con la enfermedad. Yo no soy particularmente optimista, pero si uno ve los números y hace la extrapolación en el tiempo se puede ver el fin del sufrimiento y el padecimiento de cáncer de mama. Y tengo esperanzas de que esto ocurra antes de mediados de siglo”, auguró. En este sentido, afirmó que la supervivencia superará el “claramente” el 95 por ciento en 2040.

Datos esperanzadores

Durante la presentación de las nuevas líneas de investigación financiadas por la Fundación Cris estuvo presente su directora, Marta Cardona, quien reconoció que supone “un orgullo” prolongar su colaboración con la investigación del cáncer. “Es para lo que nacimos”, certificó. Así, Cardona recordó que el centro salmantino es «uno de los primeros! con los que su fundación comenzó a colaborar hace aproximadamente una década, “prácticamente desde el principio”. Según explicó, la fundación que representa se financia exclusivamente con donaciones voluntarias de particulares para “mantener a largo plazo los proyectos”.

En esencia, su objetivo es «dotar a los científicos de los recursos que necesitan y de los que, lamentablemente, no pueden disponer por los prepuestos tan ajustados de las instituciones porque el cáncer no espera”, advirtió. En concreto, según explicó, su labor específica se centra en impulsar aquellos proyectos en los que se descubren nuevos fármacos, tratamientos o terapias para “que lleguen lo más rápido posible al paciente”. “Y hay unos resultados bastante esperanzadores”, reconoció.

Por otro lado, según destacó Cardona, “la pandemia ha complicado la situación, pero la gente se ha dado cuenta de que la investigación es fundamental, ya que el cáncer, como el coronavirus, es un gran enemigo que queremos combatir todos”. La directora de Cris reconoció que su propia hermana padeció cáncer de mama y presumió que, probablemente, ella también lo sufra en el futuro, ya que afecta a una de cada diez mujeres. “Se dice que qué bien que se recuperan en un 80 por ciento. Qué bien, no. No vamos a parar hasta que se cure el cien por cien. Por eso animo a toda la sociedad civil a que se sume a fundaciones contra el cáncer, ya que cualquier persona puede hacer mucho, ya sea con retos o iniciativas particulares o, simplemente, llevando un estilo de vida sano. Hay una parte que está en nuestra mano”, concluyó.

En representación de la Universidad de Salamanca, entidad de la que depende el Centro de Investigación del Cáncer, compareció el vicerrector de Investigación, José Miguel Mateos, quien calificó la entidad como “ejemplo de las nuevas prácticas que se deben aplicar en investigación y transferencia del conocimiento”. Según incidió, sus resultados “trascienden al ámbito social y cristalizan en soluciones para los problemas reales”.

Finalmente, agradeció su aportación a la Fundación Cris y a las entidades privadas. “El papel de las fundaciones en el desarrollo de la investigación es primordial porque tienen mucha versatilidad y ofrecen otro tipo de soluciones que permiten a los investigadores avanzar y disponer de recursos que de otra manera sería muy difícil. Los investigadores tienen que trabajar y la sociedad tiene que apoyar. Que tengan fe en la ciencia es el impulso más importante que puede tener la investigación”, concluyó.

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