[dropcap]L[/dropcap]a Plataforma Salmantina en Defensa del Ferrocarril convoca una marcha para reivindicar mejores conexiones ferroviarias para Salamanca desde la glorieta de Castilla y León hasta la Gran Vía, frente a la Subdelegación del Gobierno.
«Cada día vemos cómo se desangran algunas zonas del territorio español por efecto de la despoblación, cómo las gentes de esos pueblos y ciudades se ven obligadas a emigrar a las grandes metrópolis. Salamanca no se ve libre de esas políticas de abandono institucional que castigan a las personas de estas tierras olvidadas», explican desde la Plataforma.
Desde hace décadas, Salamanca viene siendo estrangulada en sus conexiones ferroviarias. Antes de 1985, Salamanca estaba conectada por tren hacia el norte con Zamora, que abría la puerta con Galicia, Asturias y León; por el sur con Extremadura, y toda la zona occidental de Andalucía; por el oeste, dos salidas, una hacia Lisboa y otra hacia Oporto. Estas relaciones facilitaban también los desplazamientos desde y hacia muchos pueblos y comarcas de nuestra provincia. Estos caminos de hierro además permitían que muchas mercancías se transportaran en tren, comunicando puertos del norte, sur y oeste peninsular.
De todo aquello, a fecha de hoy, solo quedan las conexiones que nos unen con las centralidades de Madrid y Valladolid, y un muy luchado tren que conecta Salamanca con Barcelona. Y aún más reducidas, tras la crisis sanitaria, en la que nuestra provincia ha sufrido una nueva vuelta de tuerca con supresión de servicios, que eran ampliamente utilizados antes de la pandemia.
La Plataforma ve necesario que exista un pacto de Estado, sobre el transporte público, que garantice, gobierne quien gobierne, la movilidad de la ciudadanía y de las mercancías, con la base fundamental de que el ferrocarril debe ser el medio prioritario que vertebre el territorio, bajo un modelo público, social, seguro y sostenible.
Hay que acabar con el aislamiento garantizando el derecho a la movilidad tanto de personas como de mercancías. Para ello, la apuesta ha de ser por el ferrocarril convencional, “el tren digno”, que debe ser el medio fundamental que vertebre el territorio y que facilite los desplazamientos de todas las personas, sin ningún tipo de distinción, de una forma social y ecológicamente eficiente, y que sirva para conectar lo rural con lo urbano y viceversa.
Salamanca no debe quedar al margen y debe formar parte de una RED ferroviaria que se debe tejer aprovechando los trazados actuales y las líneas cerradas, con las modificaciones de recorrido necesarias.