Una de las enseñanzas elementales de la fiesta nocturna es que hay que salir meado de los garitos. Algo que parece que empieza a caer en desuso.
Sobre todo, en vista de las actuaciones de la policía Local de Salamanca durante este fin de semana, en el que ha impuesto quince denuncias a otros tantos jóvenes a los que sorprendió orinando en la calle.
Orinar en la vía pública puede ser sancionado con hasta 750 euros de multa, pero lo más común es imponer sanciones de 150 euros. La micción puede salir más cara si se hace sobre un edificio monumental.
En este fin de semana, los agentes pusieron cinco multas por este motivo el sábado de madrugada y otras 10 en la madrugada del domingo.
Esa fue su principal incidencia a lo largo de la última noche, solo superada por los 14 avisos de fiestas en pisos de estudiantes que molestaron a los vecinos.
También tuvieron que acudir al aviso de una pelea nocturna y a registrar tres locales de copas junto a la Policía Nacional.