[dropcap]A[/dropcap]na Morgade, presentadora y cómica de profesión, se sincera. Para los ojos del espectador es divertido y entretenido ver desfilar por las alfombras rojas de festivales y presentaciones a actrices, directores y demás personajes públicos. Pero, parece que para ellos es un verdadero suplicio.
Ana Morgade publica una fotografía en la que se la ve enfundada, nunca mejor dicho, en un portatrajes. Ella explica que durante días lleva pensando qué llevar a la alfombra de Seminci, porque siempre le sucede lo mismo: «en los showrooms casi nunca puedo ponerme lo que me gusta, tengo que ponerme lo que me abrocha».
La presentadora explica que no tiene «un cuerpo de talla standard, por supuesto no soy modelo, y no me es nada fácil encontrar un vestido que no me haga sentir terriblemente mal hecha».
Asi mismo, comenta que durante muchos años ha salido a posar con ropa que no le encajaba muy bien, «aterrada, pensando que es mi cuerpo el equivocado. Pero no, era mi actitud la errónea. Mi cuerpo es perfecto para lo que soy y a lo que me dedico: la comedia».
Ana Morgade no entra a valorar qué se considera un cuerpo aceptable o no, «y mucho menos cambiar mi autoestima de un día para otro, y mi relación más o menos despiadada con mi cuerpo (que acaba de hacer la proeza de fabricar a una personita, así que creo que se merece que lo mime un poco)».
Por ello y tirando del humor y la gracia que caracteriza a Ana Morgade, le ha dado vueltas de de madrugada, rumiando qué lucir esta vez, pensó: «Si es que me queda mejor la bolsa que el traje… Y voilà. Aquí me tienen, señoras. Orgullosa y feliz, con un traje que no me aprieta, no me tira, no me asusta, y representa lo que soy, mejor o peor: una comediante. Y ¿saben qué? Es la primera vez que no me apetece ponerle filtros a la foto».
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