Borja Capponi, el conocido presentador, se dio a conocer en 2010, tras dirigir en Mediaset ‘Malas pulgas’. El programa, una adaptación española del americano ‘El encantador de perros’, era según la cadena “un coach para toda la familia que cada semana mostrará de manera ágil y desenfadada casos de animales que necesitan ser reeducados”.
Sin embargo, tras varias acusaciones de maltrato animal hacia el programa que dirigía, así como el fichaje de César Millán por la cadena, supuso que Mediaset dejase de contar con él. Desde ese momento, la vida del presentador ha sido una pesadilla. Recibía correos electrónicos con amenazas de muerte y se llegó a plantear el suicidio, según ha contado a la Cadena SER.
Durante los años posteriores a su salida de Cuatro, pasó por un desahucio, trabajó como reponedor en un supermercado y pudo dar de comer a sus perros gracias al pienso que le fiaban. “Llamaba a BocaBoca todos días llorando. Caí en una depresión y me quise suicidar. Sólo quería dormir y no pensar. Adelgacé 10 kilos y llegué a pensar que tendría que dormir con mis perros en unos túneles”, contaba su canal de YouTube.
Posteriormente la cadena anunció el regreso del programa, con unos capítulos pendientes de emisión. Capponi llegó a reunirse con Paolo Vasile y plantearon la posibilidad de grabar una tercera temporada, que no llegó a ocurrir. Cuatro ha seguido emitiendo los capítulos de las dos temporadas. Sin embargo, el presentador ya no cobra nada, y denuncia “En total, por las dos temporadas, me dieron 20.000€. ¡A mí me estafaron!”.
Actualmente, asegura que lleva una “vida muy austera, sencilla y sacrificada”, viviendo con sus 15 perros en una finca de 5.000 metros cuadrados en Monte Acevedo, cerca de Madrid. Dedica su tiempo al estudio, el cuidado de sus animales su canal de YouTube Borja Capponi Academy y al trabajo como adiestrador, por el que asegura le llama “gente llorando todos los días”, buscando sus servicios.
