La bodega de lujo del restaurante Atrio de Cáceres ha sufrido un robo que bien podría estar dentro de un guion de Hollywood. Entre las 45 botellas selectas y de escasísima producción, se encuentra la famosa “Chateau d’Yquem”, del año 1806, adquirida en una subasta en Londres por 12.000€ y que en carta se ofrecía por 150.000 €
¿Cómo se ejecutó el golpe? La fecha elegida fue la madrugada del 25 al 26 de octubre. La hora: 1:15. Todo comienza cuando una mujer y un hombre piden una habitación. Ambos entregan documentación suiza y hablan inglés. «Son demasiado amables», explican los trabajadores. Una empleada informa de que «la mujer parecía llevar peluca, tenía un pelo muy especial».
Más tarde, los huéspedes bajan de su habitación y hablan con el personal de recepción: mencionan que tienen hambre, pero el recepcionista les informa que la cocina ha cerrado. Sin embargo, el trabajador pretende agradar a sus clientes y se ofrece a prepararles una ensalada.
Durante la ausencia del recepcionista, el hombre baja a la bodega, situada en otra planta y abre dos cerraduras magnéticas —pudieron usar aparatos electrónicos muy sofisticados—. No usan la violencia ni dejan rastro. Nadie del personal se percató hasta bien entrado el día siguiente. Los ladrones fueron a por la marca denominada “Romanée Conti”, que solo se producen 3 500 botellas por año, con un valor de 12 000€ cada una.
Los dos dueños de la bodega han emitido un comunicado donde manifiestan que «nos han robado parte de nuestro legado, más que un robo es como si nos hubieran forzado, amordazado y apaleado, sentimos tristeza, nos han arrancado parte de nuestra historia, de nuestro corazón».
La bodega del restaurante Atrio era una de las más selectas colecciones del mundo en la que es posible atravesar siglos de historia. Toño Pérez, cocinero del Atrio contó en una entrevista en La Crónica de Salamanca, que la califican como una bodega “muy francesa”. El cocinero del Atrio mostró parte de la historia de algunos vinos, sus etiquetas, o la rotura de una de las botellas en el pasado y las numerosas peculiaridades que se esconden tras los frascos de vidrio que contienen el preciado elixir. El sommelier valoró la colección en 6M€.