Salamanca amaneció este sábado bajo una espesa niebla que se fue disipando a medida que avanzaba la jornada.
Además del frío que suele llevar consigo este fenómeno atmosférico en estas fechas (a ciudad del Tormes registró una mínima de 1,1 grados), dejó unas estampas espectaculares.
No hay mal que por bien no venga, y estas imágenes ayudan a verla con otros ojos.