La trapa de uno de los establecimientos de la Rúa aparece decorada con la palabra ‘Fuera’. El vándalo o vándalos que han dejado su particular arte plasmado en esta puerta metálica deberían pensar que es un local que paga impuestos, renta, sueldos y que genera beneficios para la sociedad salmantina, además de ofrecer una variedad de dulces que no existía en la ciudad.
El invitar a una franquicia a que se vaya de la ciudad, por el simple hecho de llamarse ‘Pollería’ es cuanto menos reaccionario.
Si de lo que son partidarios estos vándalos es de mantener valores políticos, sociales y morales tradicionales y oponerse a reformas o cambios que representan progreso en la sociedad, deberían vestir con taparrabos o pieles de animales cazados en las sierras salmantinas, ir a buscar agua al Tormes y caminar a pie.
En ningún caso, atentar contra una propiedad privada y ocasionarle perjuicio y pérdida de dinero a los responsables que han decidido ganarse la vida ofreciendo dulces divertidos y con un punto picante.
Los que no son partidarios de este pastel, lo tienen muy fácil, no es obligatorio entrar a consumir.
1 comentario en «Vandalismo reaccionario en Salamanca»
Por desgracia, encontrar gente sin humor en esta ciudad es demasiado fácil.