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Trucos para mantener el parabrisas en buen estado en invierno

Cuando se congela o se empaña
Otro coche con el parabrisas helado, este lunes.

La llegada del invierno implica una serie de riesgos a la hora de coger el coche. El parabrisas es víctima de las condiciones meteorológicas más adversas como el frío o el hielo. Aquí van algunos remedios para solucionar estos problemas.

Con las bajas temperaturas es habitual que se empañen los cristales del coche, debido a la diferencia térmica entre el exterior y el interior. La presencia de vaho en la luna es algo muy molesto, pero también peligroso ya que provoca una gran pérdida de visibilidad. En estas ocasiones las prácticas más desaconsejables son pasar un trapo o la mano sobre el parabrisas.

Sin embargo, lo más adecuado es dirigir el flujo de aire caliente hacia el cristal, poniendo la calefacción y la ventilación al máximo. Para evitar la somnolencia se pueden abrir un poco las ventanas traseras. Otra opción es activar el aire acondicionado, ya que reduce la humedad, siempre y cuando no se active la recirculación del aire. En el caso de que el vehículo incorpore un botón cuya función es desempañar el parabrisas, opta por esta opción.

Otra de las consecuencias del frío es la presencia de placas de hielo en el parabrisas. En estos casos, lo primero es poner en marcha el vehículo y activar la calefacción sobre las lunas. Si el hielo tiene poco grosor se puede rociar con alcohol, que tiene un punto de congelación inferior al agua. De lo contrario habrá que utilizar una rasqueta para ir quitando el hielo.

Evitar

En estas ocasiones también hay una serie de prácticas que se deben evitar. En primer lugar, la de accionar el limpiaparabrisas y echar agua en el cristal. Esto, además de empeorar la situación, puede hacer que se estropeen las escobillas y el motor de los limpiaparabrisas. También hay que evitar la opción del agua caliente porque es probable que, debido al cambio de temperatura tan brusco, se rompa el cristal. Por último, otro de los métodos erróneos es echar sal, ya que aunque evita la congelación no tiene propiedades descongelantes, y puede rayar el cristal y corroer la chapa.

Las cerraduras también pueden verse afectadas por las heladas, a pesar de que no es algo tan habitual. Llegado el caso no se debe optar por la fuerza bruta, sino que es mejor utilizar alcohol, un secador de mano o aerosoles lubricantes.

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