La pandemia no ha finalizado, el coronavirus se resiste a marcharse y contraataca. Ante este nuevo envite de la Covid-19 con su nueva variante «de preocupación», como ha determinado la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya se han producido reacciones a nivel mundial.
Los países integrantes de la Unión Europea han prohibido los vuelos a Sudáfrica —lugar donde se han detectado más de 100 casos de la nueva variante (Omicron)—, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Mozambique y Zimbabue.
La OMS manifiesta que «se ha detectado a tasas más rápidas que los aumentos repentinos de infección anteriores, lo que sugiere que esta variante puede tener una ventaja de crecimiento». Estas declaraciones se producen ante la espera de nuevas evidencias científicas que aporten información sobre las 32 mutaciones en la proteína de pico que presenta la variante Omicron.
Christian Drosten, uno de los grandes virólogos de Europa, ha señalado a la Agencia de Prensa Alemana que «actualmente no hay evidencia de un cambio en la gravedad de la enfermedad» con la nueva variante. El virólogo destaca que «los cambios en el genoma, por sí solos, no son suficientes para hablar de una situación preocupante».
El virólogo alemán llama a la calma: «Tal como están las cosas, deberíamos asumir que las vacunas disponibles seguirán protegiendo». Solo podemos esperar a que los estudios que se llevarán a cabo determinen si la nueva variante burla o no las vacunas.
Christian Drosten concluyó diciendo que «la mejor protección, incluso contra la nueva variante, es cerrar todas las brechas de vacunación en la población y administrar rápidamente las vacunas de refuerzo».