El Ministerio de Sanidad prepara una serie de medidas para limitar el consumo de tabaco. Entre ellas, quiere prohibir fumar en los coches, establecer un empaquetado genérico, así como acotar el cigarrillo electrónico.
El Ministerio dirigido por Carolina Darias ha ultimado su “Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025”. Entre las ambiciosas medidas, se incluyen la prohibición de fumar en vehículos particulares y un empaquetado genérico de las marcas de tabaco. Además, se buscará limitar el consumo de cigarrillos electrónicos, equiparando sus restricciones por ley. Desde el Gobierno quieren impulsar dicho plan, conscientes del retraso que existe en su compromiso en la lucha contra el tabaco. El documento consta de cinco metas y 21 objetivos, a cumplir durante los próximos cuatro años.
Desde el Ministerio han querido recordar que ha pasado más de una década desde la última modificación sustancial. Ahora, siguiendo los estándares que marcan la UE y la OMS, pretende lograr una “generación libre de tabaco” en España. Para ello, se propondrá aumentar los espacios libres de humo, especialmente los exteriores como las terrazas de bares y restaurantes, así como las proximidades de los edificios públicos. Los espacios sin humo y “sin aerosoles de cigarrillos electrónicos” pretenden incluir también “ciertos espacios del ámbito privado”, como los “vehículos particulares”.
También se quiere “equiparar por ley la publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados y nuevos productos a la existente para productos del tabaco”, en clara alusión a los cigarrillos electrónicos. Además, se pretenden prohibir los aditivos que dan aroma tanto al tabaco como a los productos relacionados. En cuanto a la fiscalidad, se buscará “lograr un incremento y aproximación del precio de todos los productos del tabaco y de los dispositivos de calentamiento utilizados para su consumo”. Además de “promover que se graven los cigarrillos electrónicos con impuestos especiales”.
Con la implementación de este Plan, “España se plantea alcanzar la meta establecida por la OMS de una reducción relativa al 30% en consumo de tabaco para el año 2025”. Así como lograr una reducción en un tercio de la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles en el año 2030. Y bajar la tasa de fumadores diarios un 5% para el 2040.