En Sudáfrica, el país considerado origen de ómicron, se encuentran en una situación más favorable que al comenzar el brote. Según los datos, el pico de la pandemia podría haber quedado atrás en unas pocas semanas.
El ritmo de descenso en los contagios es muy pronunciado en Sudáfrica, pasando de 390,35 casos por 100.000 habitantes el pasado 17 de diciembre, a 290,35 el pasado día 22. Por tanto, el ritmo de descenso es más pronunciado que en las anteriores olas. Además, las hospitalizaciones que han acabado en muerte representan el 5,6% del total. Esta cifra contrasta con el 20% que se venía experimentando hasta ahora en el país africano.
“Son datos tranquilizadores”, explica Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid a El Confidencial. A pesar de su optimismo, pide prudencia y esperar “a que se confirme”. “En situaciones de pandemia, cuando te encuentras con brotes con crecimiento explosivo, también se suele producir esa vuelta a la normalidad con relativa rapidez. La razón fundamental es porque el virus o la variante no encuentran susceptibles con los que seguir expandiéndose. Ya que hay un gran número de personas que ya han estado en contacto con él o han sido vacunados”, argumenta Rodríguez.
El catedrático expone que “hay que ver cómo reaccione un sistema hospitalario más robusto, como los que tenemos en nuestro país y el resto de Europa. Los criterios de hospitalización son diferentes, los recursos también… Eso es clave para determinar las cifras de ingresos y fallecimientos”. En cuanto a la letalidad, explica que “ómicron no es algo banal, no es benigna. Pero ómicron no es delta y sobre todo si estás vacunado. Incluso sin tener un nivel de vacunación como el de España, como en el caso de Sudáfrica, por el momento parece mucho menos agresiva”.
En la misma línea, el director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Adolfo García-Sastre, ha apuntado que ómicron “es más transmisible. Pero es muy difícil desarrollar una enfermedad severa por ómicron si estás vacunado. No hay razón para alarmarse”. “Una vez que se domine a ómicron, será difícil que haya otra ola”, sostiene García-Sastre. Por último, sobre el COVID, explica que “vamos a tener que convivir con él vacunándonos todos los años o cada cinco. Pero conviviremos más relajados que ahora”.