Tú a un niño pequeño le das un perro y una serpiente que no muerde y le da igual. El problema es que la cultura, el folclore, la propia Biblia habla de que las serpientes son malas. Todos creen que las serpientes son malas, porque se lo han dicho, no porque lo hayan comprobado. Es más, la mayoría no han visto serpientes nunca». Así de contundente se muestra Max Benito, biólogo salmantino, estudioso de serpientes y anfibios, que durante la charla relatará cómo es la mordedura de un caimán o una serpiente, entre otras curiosidades de los reptiles…
En los países donde sí que conviven con los reptiles, ¿tienen la misma aversión?
Sí, y peor. Pero, ahí lo puedo entender, porque hay serpientes que te pueden matar, puede entrar en sus casas y ser venenosa. En España, hay tres víboras, pero no vas a morir por su picadura, tienes que ser muy alérgico o ser muy mayor y tener problemas cardiacos. Es como si le pica una avispa a una persona alérgica.
¿Una serpiente ataca?
Nunca. Una serpiente que mide dos metros o metro y medio o cincuenta centímetros,… lo único que tiene es miedo, porque para ella somos muy grandes. Si no le haces nada, nunca te va a atacar. Otra cosa es que intentes darle con un palo, matarla,… se defiende. Una serpiente no tiene manos.
Pero tiene veneno…
A ellas no les gusta gastar el veneno. De hecho, la mayoría de las mordeduras son secas, porque ellas necesitan el veneno para cazar y tarde mucho en regenerar ese veneno.
¿Y las que asfixian?
Esas nada…
¡Qué ha hecho el cine!
(Risas) Por ejemplo con las anacondas. No saben diferenciar las serpientes y hay más de 200 especies y muchas leyendas.
También en España…
Sí, con la culebra bastarda, que si te da con la cola, que si chupa la leche de las vacas o de las madres lactantes… ¡Si con la culebra bastarda hay leyendas y es un bicho que no hace nada, como no lo va a haber con las anacondas, que pueden llegar a los nueve metros!
Las anacondas son de las que te asfixian…
Sí, las boas. La boca no está soldada, está unida por cartílagos y la pueden abrir mucho. Pero, eso todas las serpientes. Para que una serpiente coma a una persona, ésta tiene que medir al menos siete metros, para encontrarte una serpiente de esas dimensiones hay que buscar mucho y más en la selva. Si llegan a esas dimensiones es que son muy listas…
Una duda. ¿Es lo mismo culebra que serpiente?
Serpiente lo engloba todo.
¿Qué podemos aprender de este tipo de animales?
Más que aprender, podemos entenderlas, porque cumplen un papel fundamental en cualquier ecosistema. Aquí, las culebras comen los ratones que son los que fastidian las cosechas. Cada escalón en una red trófica es importante. Si quitamos las serpientes habrá plagas de ratones, de otras serpientes, por ejemplo en Perú hay una que come serpientes venosas,… Además, el veneno de las serpientes está ayudando a crear muchos medicamentos. Muchas investigaciones del cáncer se están haciendo a partir de venenos, porque son tan potentes, complejos y tienen tantas propiedades que se pueden explotar. No solo las tenemos que respetar, es que las podemos utilizar en nuestro propio beneficio.
«Tienen una fuerza increíble»
Acabó Biología y tuvo la necesidad de conocer en qué mundo vivía y las especies que lo puebla. Además, quiso conocerlas de primera mano, aunque no siempre ha tenido esa suerte. Por otro lado, le gusta la fotografía de fauna, por lo que las ve, las estudia y las fotografía. Está inmerso en varios proyectos científicos, él pone la idea y busca financiación…
Al Ibsal le dieron hace unas semanas 4M€…
Pero, para estudiar serpientes no sé yo. (Risas)
¿Qué es lo que ha aprendido en este último viaje a Perú?
Es muy interesante, sobre todo la Amazonía. No había estado nunca ahí y es otra cosas. Había estado en Costa Rica, en Asia, en Marruecos, en Sudáfría,… pero no había ido a la Amazonía y es otra cosa. Por el día descanso o hago fotos y salgo por la noche, sobre las 18.00 horas, que es cuando anochece, hasta las 6 de la mañana. Hay que salir como a la guerra.
¿A qué se refiere?
Yo siempre salía con una camiseta de manga corta y ya, como si estuviera en Costa Rica, que es verdad que hay muchos mosquitos, pero te acabas acostumbrando. Pero, la primera noche pensé: ‘¡Dónde me he metido!’. Al final, sales con cuatro camisetas, con 30º y el 100% de humedad, con un pañuelo para el cuello y otro para la cabeza, las manos en los bolsillos, porque en cuanto las sacas para hacer una foto, tienes decenas de mosquitos, moscas,…
¿Merece la pena?
Sí, cada momento. La Amazonía es el lugar más duro en el que he estado, pero los premios son tan buenos que merecen la pena. Ves especies tan emblemáticas como la anaconda o de ranas. Sufres, sí. Las hormigas… ¡oooohhhhh!
¿Sí?
Lo más duro. Peor que los reptiles y no están tan denostadas. (Risas) Hay unas que beben la sabia de los árboles y los protegen a muerte. Si te rozas con un árbol de esos y al momento tienes decenas de hormigas picándote. Y, eso duele muchísimo.
¿Más que los dientes que un caimán?
Es distinto. Cuando te muerde un caimán sientes una presión muy grande. Tuve suerte y el que me mordió, soltó.
¿Y la de una serpiente?
No se nota, a no ser que sea venenosa. No solo es el dolor, es que puedas sobrevivir, porque si te pica en la selva, que puedes estar a siete horas en barco de un hospital medio decente, si sobrevives, puede que te queden secuelas en los pulmones, corazón,.. depende del tipo de veneno. Vamos, no es una experiencia que me gustaría tener.
¿Cómo programa los viajes?
Sé dónde voy a ir. Lo primero es contactar con personas de allí para que te indiquen. Lo que más miedo da en la selva, o en cualquier sitio, son las personas. Voy por la selva y me encuentro a una persona y me da pavor. En cuento a la planificación, preguntas por el tema hospitales, seguridad,… Los sitios los elijo en función del las especies que quiero estudiar.
¿Cuántas vacunas se puso?
Para el trópico, la de la fiebre amarilla, tifoidea, hepatitis A,… Si vas a un sitio con malaria tienes que llevar profilaxis. Hay otras enfermedades, pero no tienen vacunas, por lo que te tienes que proteger tú. Lo ves así y pinta muy mal, pero yo volvería ahora mismo.
¿Qué es lo más sorprendente?
Me encontré un jaguar a 20 metros en la selva. Los dos solos. Una de las formas de buscar bichos es por el brillo de sus ojos, sobre todo los anfibios y reptiles. Iba buscando ver alguna rana y de repente me encontré con dos bolas muy grandes. Solo veías esos dos faros, luego giró y le vi todo el cuerpo. Me quise acercar un poco más y se fue. De los mejores encuentros que he tenido en mi vida. Era un macho… Corrí un poco para ver si le veía al menos el culo (Risas)
¿Hay que estar muy atentos?
Sí, sobre todo con felinos, que no hacen ruido cuando andas, por lo que cuando ves uno, tienes que aprovecharlos, porque solo te darán unos segundos.
¿En los reptiles pasa lo mismo?
Depende. Las serpientes diurnas son rapidísimas. Pero, por las noches, por ejemplo las ranas se quedan en el mismo sitio. En cuanto a los reptiles, aunque sepas cuales son las venenosas, no puedes echarle el guante a la primera. De noche, el 10 o el 15% se escapan; de día, el 50% de los reptiles. Por otra parte, los anfibios siempre se quedan en la hoja, la rama,… lo difícil de estos animales es verlos, pero si los ves, no se mueven.
¿Cómo es el tacto de las serpientes?
Las hay suaves, otras son ásperas. Algunas parece que estas tocando una alfombra, otras son como si tocaras plástico. Son animales que no acariciamos, son para verlos y disfrutarlos. No te van a coger cariño. A un perro o un gato los puedes acariciar, si tienes un día malo puedes jugar con ellos, pero a una rana le va a dar igual.
Y al gato también.
Sí. (Carcajada) Pero, un poco menos.
Hay cocodrilos que lloran…
¿Sabes por qué son las lágrimas de cocodrilo?
No.
Lo que echan es el exceso de sal.
¿Cómo es la relación entre las parejas?
Hay lagartos que pueden estar más de una temporada reproductiva juntos. Incluso si se muere la hembra atropellada, se quedan los machos para protegerla. Pero, las ranas,… no. Si un macho se puede aparear con 17 hembras en una noche, lo hará, y si son 18 mejor. (Risas) Y las serpientes igual.
¿Quién cuida?
En anfibios cuidan muchos machos los huevos. Hay tres o cuatro especias de sapos en la península que los que cargan con los huevos son los machos y los van a humedecer cada dos o tres días hasta que eclosionan.
¿Tienen apego a las crías?
Los cocodrilos y caimanes, sí, pasan varias semanas con ellos. Pero, en las demás, no.
¿Cuáles son los más interesantes para estudiar?
Las serpientes, porque son las más difíciles de estudiar y encontrar. Me gustar estudiar sobre la biología, ecología y taxionomía de los animales.
¿Influye el cambio climático?
Mucho. Todos los grupos están amenazados, pero diría que los que más son los anfibios, porque son los que dependen del agua, son los más frágiles, al tener la piel permeable, por lo que cualquier hongo que aparezca en el agua, les afecta, los va a matar,… Algunos dependen del agua, otros de la humedad, de un entorno concreto,…
Por curiosidad, ¿qué se siente al tener una anaconda en brazos?
Pura felicidad. Sientes el poder que tienen estos animales. Tienen una fuerza increíble. Para medirla había que estirarla y entre tres personas no podíamos. A mí se me enrolló en la mano y creí que me la rompía.
¡Vaya GPS!
Quisimos saber por qué mudan la piel las serpientes, no es porque crezcan, que también, pero la suelen cambiar porque se les desgastan. Ellas no tienen párpados, sus ojos están protegidos por escamas, si estas se rallan, abollan o rompen, no ven, por lo que necesitan mudarla y tener otra. «Cambian de piel para poder ver, sanar heridas,.. cuando lo necesitan».
Las serpientes son depredadoras. ¿Cómo cazan?
Tienen dos herramientas, los ojos y la lengua, pero principalmente con la lengua.
¿A qué se refiere?
En el aire hay partículas olorosas, químicas. Un conejo pasa y va dejando un reguero de partículas que nosotros no podemos percibir, pero la serpiente recoge esas partículas con la lengua y las mete en el órgano de Jacobson y ahí las procesa. Como tiene dos extremos, si hay más por la derecha, irá por ahí, si hay más por la izquierda, tirará hacía allá.
¡Vaya GPS!
(Risas) Si y si tiene igual, pues recto. Algunas boas son termo sensibles, por lo que perciben el calor y por eso pueden cazar en cuevas.
1 comentario en ««Lo que más miedo da en la selva son las personas»»
Buenísimo gracias