La Audiencia de Salamanca ha condenado a 7 años y 10 meses de cárcel a un hombre por forzar a su expareja tres meses después de que le hubieran impuesto una orden de alejamiento. Ha sido condenado por agresión sexual y quebrantamiento de la orden de alejamiento.
Sobre las 22:30 horas del día 23 de octubre de 2020, estaba en un palacete abandonado del Paseo de la Estación. Allí se hallaba también su expareja.
Pese a ello, el acusado se mantuvo en dicho lugar con clara intención de faltar al respeto a la orden judicial que le prohibía aproximarse a una distancia inferior a 250 metros de ella.
En dicho lugar, el acusado comenzó a insultar a la víctima , diciéndole que era: «una puta, zorra, que quería un hijo con ella y hasta que no lo tuviese no iba a parar».
La arrastró hasta una de las dependencias del lugar, y con intención manifiesta de satisfacer su líbido, la empujó, la tiró del pelo, la arrojó al suelo, le quitó los pantalones y la ropa interior. El procesado no cesó en esta conducta pese a la negativa reiterada de la mujer, que llegó a empujarle sin conseguir retirarlo de encima.
La víctima quedó en el suelo encima de una manta, desnuda de cintura para abajo y con el jersey puesto. El acusado le agarró de los dos brazos y la penetró vaginalmente durante
diez minutos, llegando a eyacular. Después de estos hechos, el procesado se quedó dormido en el lugar, quedándose la mujer con él ante el temor de la reacción de aquel si esta se atrevía a huir.
No fue sino hasta la mañana siguiente, en el momento en que el acusado salió del lugar, cuando ella aprovechó para acudir al centro asistencial Apared, donde contó lo sucedido a las trabajadoras del lugar, quienes a su vez llamaron a los familiares de contacto de la mujer.