El Ayuntamiento de Salamanca dejó sin invertir casi 30 millones de euros en 2021, una cifra que demuestra «la nefasta gestión y la inacción habitual de quienes tienen la responsabilidad de ejecutar el dinero de las arcas municipales». Esa cantidad representa el 69% de la inversión total prevista.
En esta ocasión, “a pesar de no ser un resultado novedoso, puesto que año tras año dejan millones de euros paralizados, sí llama la atención el clamoroso porcentaje pendiente de ejecución, muy superior al del año anterior”, dicen los socialistas.
Según los datos oficiales de finales de año solicitados por el grupo socialista, a fecha 31 de diciembre de 2021, el 69 % de los créditos previstos en el capítulo de inversiones quedó en un cajón, mientras que en 2020 fue cerca del 27%, lo que se tradujo en 14 millones sin invertir frente a los 30 pendientes, más del doble, en el ejercicio pasado.
Especialmente llamativos son los grados de ejecución en partidas presupuestarias destinadas a actuaciones enmarcadas en la estrategia de desarrollo urbano sostenible EDUSI Tormes+, intervenciones en las redes de agua, mantenimiento de parques y jardines, inversiones para reforzar el servicio de Extinción de Incendios y la Policía Local, proyectos en materia de turismo y rehabilitación del patrimonio, adecuación y habilitación de instalaciones deportivas o reformas de edificios municipales, entre otras.
Además, los socialistas indican que “año tras año, el gobierno municipal, debido a la falta de inversión real y a su falta de diligencia, incluye en el capítulo inversor del presupuesto municipal proyectos repescados que se eternizan en el tiempo y que siguen sin ser una realidad, siguen sin estar a disposición de la ciudadanía y siguen sin mejorar la calidad de vida en Salamanca porque solamente figuran sobre el papel, sin importar el cumplimiento de plazos y de promesas”.
Según los concejales del PSOE, “cada año queda más patente la incapacidad de García Carbayo y de su equipo a la hora de gestionar los recursos públicos y de ejecutar sus propios presupuestos, elaborados de manera unilateral”. Así, insisten en que no caben argumentos que justifiquen el hecho de que dos de cada tres euros prometidos y previstos en el presupuesto municipal para un determinado ejercicio no se pongan en circulación y, por tanto, no contribuyan a la dinamización de la economía local ni a la generación de empleo y oportunidades.