Los especialistas de la medicina y la psicología han determinado en multitud de ocasiones que un buen descanso es fundamental para recargar las pilas, así como tener un estado físico adecuado. Por ello, hay quienes defienden que, en pareja, existen numerosos beneficios al dormir en camas separadas.
La convivencia en pareja conlleva una serie de cambios en el estilo de vida. Uno de ellos puede ser alteraciones en el sueño, debido en cierta medida al hecho de dormir en la misma cama que la otra persona. En este sentido, hay una serie de aspectos positivos alrededor de la cuestión de dormir en camas separadas, sin la necesidad de perder el vínculo de pareja.
En primer lugar, dormir en camas separadas puede aumentar la comodidad. Puesto que, si uno de ellos se mueve mucho, padece insomnio o tiene horas de acostarse y levantarse distintas, puede molestar y despertar al otro. Además, el hecho de dormir siempre en la misma cama puede generar alteraciones en el sueño, ya que cada uno duerme de manera diferente.
Otros de los beneficios de esta cuestión afectan al ámbito emocional. Lo que se explica debido a que, si una persona tiene su propia cama, además del mejor descanso, se puede habituar mejor al lugar. Además, está demostrado que el hecho de dormir bien y no alterar el sueño repercute de manera positiva. Asimismo, la posibilidad de tener un espacio propio e independiente ayuda a sentirse mejor. También puede afectar a la convivencia, haciendo que pueda ser más favorable.
En definitiva, la sensación de saber que de dispone de una cama propia garantiza el descanso. Mientras que, al compartirla, podemos despertarnos en más ocasiones, debido por ejemplo a que nos podemos desvelar más a menudo o podemos pasar más calor de lo normal.
