- El presidente defiende su gestión e intenta desviar la atención del debate hacia Pedro Sánchez
- Igea ajusta cuentas y le pregunta por un contrato de Sanidad de 800 millones y si gobernará con Vox
- Luis Tudanca pide el cambio porque los problemas de la región no los va a solucionar el PP después de 35 años de gobierno
No se sabe si los debates electorales permiten ganar votos de una forma exprés, porque por mucho que se quiera evitar, acaban abrumando por el baile de cifras e interpretaciones de la realidad que protagoniza cada candidato.
El del PSOE a la Junta, Luis Tudanca, y el de Cs, Francisco Igea, acorralaron este lunes al candidato a la relección por el PP, Alfonso Fernández Mañueco, por los casos de corrupción que afectan al PP y la despoblación de Castilla y León.
Fueron los puntos fuertes del primer debate electoral de cara al 13F, en el que Mañueco defendió su gestión, la calidad de los servicios públicos (“los mejores del país”), y todo eso bajando los impuestos. Atribuyó el problema de la despoblación a que mueren más personas de las que nacen.
Intentó en vano desviar el foco de atención arremetiendo contra el Gobierno de Pedro Sánchez y dijo que hay que dejar trabajar a la justicia, porque “esa es la mayor garantía” para “que todo quede claro” en los asuntos de corrupción del PP de los que dijo que “llevo casi tres años de presidente y no son asuntos que me afecten personal ni políticamente”.
Sus contrincantes lo estaban esperando, especialmente Igea, que aprovechó el debate para ajustar algunas cuentas pendientes tras la abrupta ruptura del pacto de Gobierno y la posterior convocatoria de elecciones por parte de Mañueco.
Le dijo que la gestión de la pandemia la hicieron Verónica Casado y él mismo mientras Mañueco “estaba escondido” cuando ellos peleaban para que llegaran aviones y tres millones de equipos de protección en los primeros meses de la pandemia.
Le preguntó si pactaría con Vox tras las elecciones a lo que Mañueco respondió que espera obtener “una mayoría suficiente” y le pidió cuentas de la reunión que tuvo en su despacho el nuevo consejero de Sanidad a finales de diciembre con un licitador de un contrato por 800 millones de euros.
También quiso saber si cesará a Javier Iglesias como presidente del PP de Salamanca en el caso de que la causa por presunta financiación ilegal del partido pasa de diligencias previas y acaba imputado con apertura de juicio. Igea está convencido de que Mañueco adelantó las elecciones “para no tener que cesarlo” llegado el caso y que tuviera que llegar a una campaña electoral con esa carga.
Por último, señaló que Mañueco solo “promete cosas pero no las hace” y que otras que ha incorporado a su programa estaban en el proyecto de presupuestos para este año que se quedó en el camino por la convocatoria de elecciones.
El duelo entre Mañueco e Igea proporcionó los momentos de mayor intensidad en un debate de guante blanco.
El candidato socialista, Luis Tudanca, se pasó la noche ofreciendo argumentos para que llegue un cambio a la región tras 35 años de gobierno del PP, al que atribuyó los grandes males de la comunidad: la corrupción, el debilitamiento de la educación y la sanidad públicas y la despoblación.
Además, preguntó en numerosas ocasiones qué había hecho la Junta con los 1.600 millones que ha recibido del Gobierno central sin obtener respuesta. Y, ante la insistencia por parte del candidato popular en criticar a Pedro Sánchez, acabó diciéndole que “por qué pide el voto a los ciudadanos si no quiere gobernar en Castilla y león. Yo, sí”.
Tudanca le espetó que “han tenido 35 años para hacer lo que nos prometen ahora”, y en materia de despoblación, cuando Mañueco anunció que “blindaría los servicios públicos en el medio rural”, el candidato socialista mostró su sorpresa porque Mañueco “quiera prohibirse a sí mismo”, al pretender prohibir cosas que se le atribuyen al PP, como el empeoramiento de la asistencia sanitaria en los pueblos. En este punto Igea le dijo que “cómo pretende blindar algo que ya garantiza la ley”.
Al abordar la corrupción que afecta al PP, Tudanca señaló que “Mañueco ha convocado estas elecciones para escapar del calendario judicial por corrupción” de los populares, y comenzó a citar algunos. “Solo por acabar con la corrupción valdría la pena el cambio en CyL”, concluyó.
Mañueco, además de pedir que se deje actuar a la justicia y que ninguno de esos casos le afectaban personal y políticamente desde que es presidente de CyL, dijo que quiere que cuando sus hijas paseen por la calle se sientan orgullosas de la honestidad de su padre.
En el minuto de oro, el presidente en funciones y candidato a la relección explicó que “sé adónde dirigir mis pasos para tener una sanidad de primera, apoyar a la natalidad, la atención a los mayores, al transporte colectivo y con unos impuestos bajos, con un gobierno serio y coherente. Estoy con ganas y por eso pido el voto, para construir Castilla y León y España. Lo mejor está por llegar”, señaló.
Igea, por su parte, dijo que es la convocatoria de las primeras veces, la primera vez que se convocan en CyL “desde la mentira por el interés ajeno, la primera vez que se puede elegir entre honestidad y mentira,…”. Por eso pidió a los ciudadanos que “voten para que no sea la última vez que puedan hacerlo”.
Tudanca, por su parte, cerró el debate afirmando estar cansado de “oír habar de corrupción y despoblación” y pidió el voto a “quienes apuestan por una educación y sanidad públicas, salarios dignos, igualdad entre hombres y mujeres y entre provincias”. Dijo que “ha llegado la hora del cambio y de devolver la esperanza a Castilla y León”.
La próxima semana habrá un segundo y último debate electoral.
