[dropcap]E[/dropcap]n el artículo anterior te comentaba que alrededor de un 1% de la población tiene rasgos psicopáticos.
Así que, sí, lo más probable es que a lo largo de tu vida te hayas cruzado con unas cuantas personas con esas características.
En poblaciones reclusas el porcentaje se dispara hasta casi el 30% en países como Estados Unidos. Te dejo un estudio por si te interesa. Puedes leerlo aquí.
Si me preguntas sobre mi experiencia como psicóloga, la mayoría de los que yo he conocido ha sido de forma indirecta.
Principalmente eran personas con las que no he coincidido personalmente, pero que habían perjudicado a mis pacientes (ejerciendo cualquier tipo de engaño, manipulación o violencia).
También los he tenido cara a cara, al otro lado de la mesa o de la pantalla. Eso sí, pocas veces como pacientes porque no es un perfil de persona que busque ayuda.
A mí aún me impresiona cuando soy consciente de que la otra persona tiene esos rasgos.
Realmente son muy hábiles manipulando a los demás. Da bastante igual que seas un terapeuta experimentado, es probable que a ti también te la cuelen y no te des cuenta hasta horas o días después de lo que realmente ha sucedido.
Como curiosidad, te diré que en varias ocasiones también he observado como padres e hijos compartían las mismas características de personalidad.
La genética en este tipo de trastornos tiene un componente importante.
Pero como en tantos otros, necesitan del ambiente para que se desarrollen. No importan tanto los genes, sino cómo se expresan.
Es lo que conocemos como epigenética.
Asimismo, he tenido relación personal con varias personas con rasgos psicopáticos y mi conclusión es que son personas que te complican la existencia.
He vivido su acoso, su arrogancia, su hostilidad y sus engaños en al menos cinco ocasiones de mi vida.
¿Son muchas?
¿Pocas?
Pues no lo sé, por suerte en las cinco pude capearlos con más o menos acierto, pero también te digo que las cinco me dejaron tocada.
Piensa tú en situaciones de tu vida en las que hayas podido ser manipulado de forma exacerbada, y reflexiona si esa persona cuadra con el perfil. Puede que no, por supuesto, pero a lo mejor te llevas alguna sorpresa.
Algo que puede que te interese es que este tipo de perfiles suelen ocupar puestos de liderazgo.
Así, entre los altos directivos hay un porcentaje mayor de personas con este perfil. Sucede igual entre los abogados, cirujanos, comerciales y políticos, entre otros.
Sea cual sea el perfil psicopático que te cruces, hay que intentar mantenerse lejos si es posible, tu salud mental te lo agradecerá.
Y si no lo puede evitar, pues ya sabes lo que toca: armarse de estrategias porque son los reyes de la manipulación.
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