El cuerpo de Esther muestra signos internos de violencia

Los forenses barajan la posibilidad de que el cuerpo fuera conservado en algún otro lugar durante varios días antes de trasladarlo a la cuenta donde apareció
ICAL. El día que se halló el cadáver de Esther López, en febrero. ARCHIVO.

A falta de conocer los resultados definitivos, el primer análisis de la autopsia de Eshter López ha apreciado signos internos de violencia, compatibles con traumatismos sufridos antes de su fallecimiento, según informan en sus ediciones digitales El Norte de Castilla y El Mundo

ICAL. Además, los primeros indicios sitúan su muerte en torno al día de su desaparición, el pasado 13 de enero, y los forenses barajan la posibilidad de que el cuerpo fuera conservado en algún otro lugar durante varios días antes de trasladarlo a la cuenta donde apareció.

Esta hipótesis coincide con las declaraciones efectuadas el pasado sábado por el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, el coronel Miguel Recio, que precisó que el cuerpo fue encontrado en una zona que ya había sido rastreada. No obstante, Recio también hizo una llamada la prudencia y afirmó que “tenemos que ser muy minuciosos con la investigación. Ahora por desgracia ya no hay prisa y tenemos que hacerlo lo mejor posible, para hallar todas las pruebas posibles que nos permitan esclarecer el hecho sin lugar a dudas”.

Además, de confirmarse este primer análisis, se confirmarían las declaraciones de la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, que el domingo aseguró que la muerte de Esther López fue “violenta” .

Hasta ahora, el único detenido por la desaparición de Esther López, ‘El Manitas’, quedó en libertad hace una semana, el 28 de enero, ante la falta de indicios que le inculparan con el caso, y después de que se prolongara durante 72 horas más su detención. No obstante, el investigado tiene la obligación de comparecer todos los días, no puede salir de España y debe comunicar cualquier cambio de domicilio.

Además, a lo largo de estas semanas, se organizaron varias batidas para buscar a la mujer, al tiempo que en la investigación se han volcado numerosos efectivos. Así, el pasado domingo, día 30 de enero, alrededor de 600 personas batieron el pinar que existe junto a la N-122 y las dos orillas del río Duero, en el entorno de La Maña, para encontrar pistas sobre la desaparición. El grupo estuvo integrado por 450 voluntarios, junto a otras 150 profesionales entre agentes de la Guardia Civil, Protección Civil, Cruz Roja.

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