El candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, se mostró pletórico este jueves en Salamanca, en plena recta final de la campaña.
J.M.A. / Ical.- “Una semana más y vamos a por la absoluta”, bromeó, reconociendo que el periodo preelectoral se le ha hecho “corto” y agradeciendo el trabajo de su equipo. “Hemos ido de menos a más, transmitiendo que la honestidad en política tiene que valer para algo”, manifestó.
Igea se refirió al debate de este miércoles en que explicó la política económica, fiscal y sanitaria y se mostró sorprendido por su desempeño en el bloque de acuerdos. “Ganamos un debate en el bloque de pactos, tiene su mérito siendo de Cs. Pero dejamos muy clara nuestra postura a partir del lunes. Vamos a hablar del futuro de Castilla y León y vamos a sacar a los extremos de la ecuación”, advirtió.
Así, Igea aseguró que los electores “están deseando acabar con el triste espectáculo de la polarización”. Todo eso, según matizó, de lo que la gente está “legítimamente harta”, como de la mentira, apostilló. “Esas son nuestras líneas rojas. Este domingo la gente va a decidir moderación, cambio, transparencia y honestidad”, añadió en este sentido.
Por otro lado, reconoció que su intención es no permitir “de ninguna manera” que se repitan las elecciones. “Si es preciso nos sentaremos con los dos partidos para pedirles que lleguen a un gran acuerdo para afrontar la repoblación, el crecimiento y la reforma sanitaria que no pueden esperar más en Castilla y León. De todo eso ha ido esta campaña”, zanjó.
Una vía, la ‘vía Merkel’, que introdujo en el debate y que ninguno de los candidatos de PP y PSOE quiso valorar, pero aún así se mostró optimista respecto a la opciones de lograr un gran acuerdo de gobierno contando con ambos. “La esperanza mueve el mundo. Si no, no nos dedicaríamos a la política. Este país necesita eso. ¿Por qué envidiamos a los alemanes y no los imitamos. Yo creo que es posible”, apostilló.
Asimismo, acusó a sus adversarios políticos de vivir “muy cómodos en sus trincheras”, donde solo pueden pactar entre ellos mismos y “todo lo que hace el otro está mal”. “Nosotros somos capaces de hacer política incremental. Política es hacer las cosas posibles, lo contrario no. Las cosas están cambiando. Y en estas dos semanas hemos visto cómo cambian. Hoy algunos están muy preocupados. Están pensando qué harán el lunes. Nosotros, en el peor de los casos, volvemos a nuestro trabajo, pero otros están pensando que esto a lo mejor no fue una buena idea”, dijo.
En último término, advirtió sobre la cercanía del PP a Vox tras los “elocuentes silencios” de Mañueco durante el debate. “Ya había hablado una señora por él el día anterior”, insinuó en referencia a Isabel Díaz Ayuso. “Él estaba intentando acercarse en el ‘selfie’, pero también se quedó con lo que dijo ella. Eso significa que un voto a Mañueco, es un voto a Vox. Si yo fuera un votante moderado del PP hoy estaría pensando en votar a Ciudadanos, la única alternativa de gobierno sensato”, concluyó.
