La capa crujiente que recubre a los fritos es una de sus características más deseadas. Sin embargo, puede perderse al recalentarlos si no se hace de la manera correcta.
Para este proceso la mejor manera consiste en utilizar una sartén, que debe ser antiadherente, pintando su base con un poco de aceite. Para que el calor penetre por todo el alimento y se caliente por igual sin quemarse, el fuego debe estar puesto bajo. El horno es otra de las opciones más eficientes, sin embargo, produce un gran gasto energético.
Una de las técnicas por las que optan algunos es la de volver a freír el alimento en aceite caliente. A pesar de ello, no es recomendable debido a que puede quedar sobrecocinado, perder parte del rebozado o quemarse. Además, con esta técnica, los alimentos quedarán mucho más grasientos. La otra opción que no se debe utilizar es el microondas, pues su sistema de calor reblandece los fritos, haciendo que pierdan su crujiente característico.
Para el caso particular de la pizza, se puede utilizar el microondas, pero colocándola sobre cuatro o cinco capas de papel de cocina absorbente. De esta manera, el papel absorberá toda la humedad y la pizza no se reblandecerá.