La bacteria ‘Helicobacter pylori’ infecta al 50% de la población y aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. Estados Unidos ya declaró como cancerígena dicha bacteria el pasado mes de enero.
A pesar de que dicha bacteria infecta a una gran proporción de la población no todos ellos presentan síntomas. Pero los que presenten sintomatología sentirán una sensación muy molesta. Como explica Ángela Quintas, licenciada en Ciencias Químicas, esta sensación es como si le clavaran un puñal en el estómago.
“El problema que tiene es que es una bacteria que se ancla en la parte alta de nuestro estómago. Además, para vivir en un medio tan ácido secreta una sustancia para neutralizarlo que se llama ‘ureasa’, y esto produce una gastritis muy potente. Y quien la padece con sintomatología lo describe como una sensación muy molesta”, explica.
Para eliminarla se debe utilizar una tanda fuerte de antibióticos, debido a “que se ancla muy fuerte en la parte alta del estómago”. “No es una bacteria que se elimine fácilmente. En consecuencia, no solo se mata a la bacteria, sino que también en la mayor parte de los casos se produce una disbiosis o alteración de la microbiota”, matiza.
Entre los síntomas, Quintas indica que las personas infectadas se pueden sentir muy hinchadas. También son comunes las náuseas, la pérdida del apetito, vómitos con y sin sangre, heces negras por la presencia de sangre y, en los casos más graves, hemorragia. La prueba principal para detectar la presencia de esta bacteria consiste en soplar a través de un aparato, por lo que es no invasiva. “Una vez diagnosticada la infección, quitarse de encima el h. pylori es todo un reto”, apunta.
Esta bacteria fue declarada como cancerígena por Estados Unidos en el 15º Informe sobre Carcinógenos, elaborado por el Programa Nacional de Toxicología (NTP). En él, se incluyó la infección crónica por h. pylori como carcinógeno humano conocido, ya que puede provocar cáncer de estómago y un tipo raro de linfoma estomacal.