Rusia y Ucrania son los dos mayores de aceite de girasol del mundo. Por ello, debido a la guerra que están librando ambas naciones, el suministro puede correr peligro, por lo que la industria española está explorando nuevas opciones de importación.
A pesar de que el suministro de aceite de girasol no corre peligro a corto plazo, si la guerra de Ucrania se alarga podría producirse riesgo de desabastecimiento. De esta manera se ha expresado Primitivo Fernández, director general de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac). “En un plazo corto no debe de haber problema. En un plazo largo, si esto persistiera, sí. Ya que tanto Ucrania como Rusia son los dos grandes países más importantes productores de aceite de girasol del mundo y hay que acudir a otros orígenes”, ha explicado.
Ante el posible riesgo de desabastecimiento y la creciente demanda por temor a que se produzca, algunos supermercados han limitado la venta de este producto. Así pues, la industria española está buscando otros orígenes del aceite de girasol. Fernández ha avanzado que en el hemisferio sur tienen ya identificados a algunos posibles productores. Entre ellos están Argentina y Sudáfrica, a los que no solo mira España sino toda Europa.
Por otro lado, ha abierto la puerta a optar por otros aceites que hay en España como sustitutivos, como los de oliva, colza o maíz. “Hay un abanico de aceites vegetales comestibles amplio. En Europa (el mercado) está más abierto y en aceites de semillas no hablan solo de girasol y a lo mejor hay que pensar en otros aceites que antes no pensábamos en ellos”, ha indicado.
Finalmente, ha apostado por el fomento del cultivo de girasol, así como de otras oleaginosas en España. “Eso habrá que incentivarlo. Hay superficies en Europa que están limitadas (para barbecho y cultivos ecológicos) y que habría que movilizar de inmediato para que los agricultores tengan esas superficies de cultivo”, ha concluido.
