El alcalde de Salamanca ha presentado este jueves el proyecto de desarrollo de corredores verdes en ambas márgenes de la ribera del río Tormes tras obtener el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Duero y de la Dirección General de Carreteras. Una iniciativa enmarcada en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) TORMES+, que en total cuenta con un presupuesto en torno a 24 millones de euros, con financiación al 50% de fondos FEDER gracias a las políticas de cohesión de la Unión Europea.
Con un presupuesto base de dos millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses, el proyecto podría llegar a tiempo de las elecciones de 2023, cómo no, en caso de que se haga y se cumpla el plazo, algo que sería insólito.
El plan consiste en transformar más 28 hectáreas desde Salas Bajas hasta El Marín sin ordenación, pero que por su cercanía con el río son frecuentemente recorridas a través de sendas trazadas con el paso del tiempo, en zonas de corredor ambiental y paseos peatonales de ribera compatibles con usos deportivos blandos.
Lo que no se ha dicho es qué pasará con el parque de maquinaria, que se ha declarado ilegal y si se quedará allí para darle un aire más bizarro al proyecto.
Al mismo tiempo, supone el incremento del arbolado con la plantación de 10.000 unidades de diversas especies, el aumento de la vegetación de ribera en 52.697 metros cuadrados, la potenciación de la biodiversidad autóctona y la definición de 8 kilómetros de recorridos que fomenten el conocimiento y la difusión de valores naturales, ambientales, de flora y fauna y del patrimonio cultural y etnográfico.
El proyecto del gran corredor verde desde Salas Bajas hasta El Marín permite, en primer lugar, habilitar nuevas zonas para el ocio, como un parque de aventura junto a los huertos urbanos y áreas recreativas estanciales a lo largo de toda la ribera mediante perímetros circulares dotados de farolas, bancos y fuentes, «ofreciendo reminiscencias al botón charro salmantino», ¿cómo te has quedado?
También habrá elementos biosaludables, un circuito de running o de cross para atletismo de 1,4 kilómetros en El Marín mediante pavimento terrizo y permeable, y un circuito ciclista de 8 kilómetros de longitud. Ello permitirá configurar distintos itinerarios a través de la nueva pasarela de Huerta Otea, los huertos urbanos y los carriles bici ya existentes más allá de Salas Bajas, hasta La Aldehuela y por extensión hasta Santa Marta de Tormes a través de la Isla del Soto.
El proyecto contempla también la salvaguarda de las zonas más inaccesibles del río como reservas para la avifauna mediante la instalación de 118 unidades de refaunación y el desarrollo de hábitats para las diversas especies del río.
Se instalarán 171 unidades de luminarias con tecnología LED y 59.554 metros de riego por goteo.
Al mismo tiempo, permitirá la puesta en valor de construcciones hidráulicas históricas que suponen vestigios únicos de la época en que el río era epicentro de la actividad económica de Salamanca, como la Noria de Sangre, la pesquera de Tejares y el azud de Huerta Otea, elementos ya rehabilitados con Fondos FEDER gracias también a la EDUSI TORMES+.
Asimismo, se habilitarán nuevos miradores en la zona de ribera de Tejares y se proyecta la instalación de un pantalán análogo al existente junto a la Fábrica de la Luz, compuesto por un módulo flotante conectado a la ribera por una pasarela con una longitud prevista de cuatro metros. Este pantalán activará tanto usos recreativos como la práctica de piragüismo en la zona del Tormes aguas debajo de la pesquera de Tejares.