Una residencia de Armenteros, que gestiona una ONG, acoge a un grupo de 85 niños y 17 adultos procedentes de un orfanato bombardeado por el Ejército ruso en la ciudad de Mariúpol (Ucrania). De ellos, 84 menores presentan necesidades especiales, en concreto discapacidad.
En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, el portavoz y consejero en funciones de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, destacó que el Ejecutivo autonómico ofrece a la organización la “labor de supervisión” y “seguimiento” de los mismos. Además, subrayó la muestra “solidaridad” que da con ello Castilla y León.
En ese sentido, el portavoz indicó que en su mayoría los menores presentan un grado de discapacidad y añadió que los adultos que les acompañan serían los monitores del orfanato que fue atacado por las bombas. Todo el grupo está siendo atendido a través del «mecanismo» que ofrece la ONG responsable del centro de Armenteros.