Una investigación ha determinado las diferencias que existen entre entrenar en gimnasios con mascarilla o sin ella. Finalmente, se ha concluido en que las mascarillas no dificultan significativamente ni el ejercicio físico ni la respiración.
El uso de las mascarillas en los gimnasios ha generado una gran controversia desde los primeros momentos de la pandemia. En este sentido, mientras que unos defienden que la práctica de ejercicio físico favorece el contagio (debido a que se expulsan más partículas que pueden ser transmisoras), otros se quejan de la incomodidad que suponen para la práctica de deporte y la dificultad para la respiración. Así, algunos han mostrado su preocupación ante posibles daños tanto para la respiración como para el corazón.
El estudio realizado por investigadores del centro Langone Health de la Universidad de Nueva York ha determinado que esos miedos fueron infundados. Según ha recogido el medio ‘Medscape’, la investigación ha concluido que las personas sanas pueden practicar ejercicio físico intenso con mascarilla, sin que esto suponga cambios fisiológicos destacables.
Para llegar a su conclusión, los expertos revisaron 22 investigaciones, en las que observaron que la presencia de la mascarilla no provocó ningún efecto significativo en los parámetros fisiológicos más importantes (frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno en sangre y agotamiento percibido). Estos resultados también son extensibles tanto a las mujeres embarazadas y los niños, como a las mascarillas quirúrgicas y las FFP2/N95.