El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Alejandro Vázquez, avanzó este miércoles que el nuevo Gobierno autonómico realizará la contratación de más profesionales de la Sanidad pública para “intentar aliviar las demoras tan elevadas” que sufren los pacientes de Castilla y León, aunque esa medida cuyo alcance no se detalla, se completa con la decisión de concertar operaciones y pruebas con la sanidad privada, como suele ocurrir cuando médicos y políticos dejan que se infle la lista de espera para presentar como medida salvadora la semiprivatiazación de la sanidad.
En las declaraciones a los medios ofrecidas tras la toma de posesión de los consejeros del nuevo Gobierno autonómico, celebrada en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, Vázquez señaló que estas contrataciones se enmarcan dentro del plan de choque comprometido para luchar contra las elevadas listas de espera de la Comunidad, que va a suponer “el incremento de la plantilla”.
Ello se realizará gracias a un presupuesto “todavía sin cuantificar” que permitirá el desarrollo de medidas como “una oferta de fidelización a los residentes de muchas especialidades que acaban en la Comunidad”, un aumento de la plantilla para mejorar la actividad fuera del horario ordinario de 8.00 a 15.00 horas, y la concertación interna y externa para “aliviar las demoras tan elevadas que tienen los pacientes en la Comunidad”.
Además, Vázquez también asumió como reto para la nueva legislatura la reforma de la atención primaria para garantizar “la prestación del servicio sanitario en el medio rural”, condicionado, no obstante, por un tema “que no es único de la Comunidad” y que se refiere a la falta de médicos en dicha rama de la Sanidad pública.
Un factor que se ha tratado en las últimas semanas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y por el que se plantearán “algunas medidas a medio y largo plazo para paliar esa carencia”, según apuntó Vázquez ante los medios en declaraciones recogidas por Ical.
Mascarillas
Igualmente, el consejero de Sanidad aseguró ser partidario de la eliminación de las mascarillas en interiores, tal y como se acordó ayer en el Consejo de Ministros, al ser una decisión “que ya se ha tomado en otros países de nuestro entorno sin evidenciar graves repercusiones a nivel asistencial”.
Vázquez recordó que la pandemia de COVID-19 “ha variado en los últimos meses gracias a la vacunación”, dado que el país y la Comunidad, pese a contar con “tasas muy importantes”, se deben principalmente a la cepa ómicron que “si bien es altamente infecciosa, su repercusión sobre la morbilidad de los pacientes es menor”.
“Eso hace que se pueda tomar la medida de retirar la mascarilla”, señaló el consejero de Sanidad, que no obstante aseguró que aún hoy “tiene que primar la prudencia”, especialmente en lo referente a población vulnerable, y teniendo en cuenta que la presión hospitalaria en las últimas semanas “ha aumentado”, aunque Vázquez matizó que “dentro de los límites perfectamente asumibles con el resto de la actividad asistencial”.
Por último, el consejero de Sanidad quiso realizar una reflexión sobre el cambio que supone la retirada de la mascarilla para el día a día de la sociedad en las últimas 24 horas, dado que “semanas atrás, nos poníamos la mascarilla para entrar al bar pero en cuanto nos acercábamos a la barra, nos la quitábamos”. Por ello, hizo un último llamamiento a “conjugar estas cosas con un modo lógico y ordenado”.